Copa del Rey de 2004

De Real Zaragoza. Zarapasionpedia

(Crónica)
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==Crónica==
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[[Archivo:Recopa_1995.jpg|thumb|200px|left|Alineación de la final.]]¡Atención, minuto 111 de partido! Es el rapado el que controla el balón. Avanza Movilla hacia campo madrileño. Pasa ante la mirada de un desaparecido Zizou. Cede a [[Galletti]] en buena posición. No se lo piensa. ¡Tira y...!
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¡Atención, minuto 111 de partido! Es el rapado el que controla el balón. Avanza Movilla hacia campo madrileño. Pasa ante la mirada de un desaparecido Zizou. Cede a [[Galletti]] en buena posición. No se lo piensa. ¡Tira y...!
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Era el día perfecto, el Real Zaragoza jugaba la final esa noche en Montjuïc frente al equipo de los galácticos. Aquel día era especial y el ambiente que se vivía en la calle era distinto, como si todos pensásemos en lo mismo pero nadie dijera nada a nadie. Se oían pitidos de coches que emulaban una conocida musiquilla que hacia recordar que eras uno de los elegidos que se iban a la final. Gritos y risas adornaban el asfalto vestido de blanquiazul salvo contadas e inmundas excepciones para llamar la nota. La gente andaba, unos hacia un autobús que les llevase a Barcelona, otros, a otro lugar, pero todos pensando lo mismo.
Era el día perfecto, el Real Zaragoza jugaba la final esa noche en Montjuïc frente al equipo de los galácticos. Aquel día era especial y el ambiente que se vivía en la calle era distinto, como si todos pensásemos en lo mismo pero nadie dijera nada a nadie. Se oían pitidos de coches que emulaban una conocida musiquilla que hacia recordar que eras uno de los elegidos que se iban a la final. Gritos y risas adornaban el asfalto vestido de blanquiazul salvo contadas e inmundas excepciones para llamar la nota. La gente andaba, unos hacia un autobús que les llevase a Barcelona, otros, a otro lugar, pero todos pensando lo mismo.
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Aun faltaban unas cuantas horas para el comienzo del partido pero los primeros cánticos no fueron en el Olímpico sino en el autocar. El ambiente se animaba, la gente no pensaba en quién era el rival, todos cantaban con una misma voz, con una misma camiseta, con unos mismos colores, con el mismo deseo de ver a Cuartero alzar la grandiosa Copa del Rey por encima de todo. 5 minutos. Luego cada uno se zambulló en sus pensamientos y preocupaciones mientras los 120 kilómetros por hora ya se alcanzaban. ¿Ganaría el [[Real Zaragoza]] la Copa? ¿Y si no? No, no creo, ni pensarlo. ¿Pero? No, no. Vamos a ganar. Claro que si. Mira ya sólo faltan 174 kilómetros para Barcelona. A ver si paramos a mitad de camino De nuevo unos cánticos dispersos de un aficionado rompieron la monotonía por unos segundos, hasta que se dio cuenta que la final aun no había comenzado, que el viaje era largo y que la gente más que ganas de cantar tenía deseo de llegar.
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[[Archivo:Recopa_1995.jpg|thumb|200px|left|Alineación de la final.]]Aun faltaban unas cuantas horas para el comienzo del partido pero los primeros cánticos no fueron en el Olímpico sino en el autocar. El ambiente se animaba, la gente no pensaba en quién era el rival, todos cantaban con una misma voz, con una misma camiseta, con unos mismos colores, con el mismo deseo de ver a Cuartero alzar la grandiosa Copa del Rey por encima de todo. 5 minutos. Luego cada uno se zambulló en sus pensamientos y preocupaciones mientras los 120 kilómetros por hora ya se alcanzaban. ¿Ganaría el [[Real Zaragoza]] la Copa? ¿Y si no? No, no creo, ni pensarlo. ¿Pero? No, no. Vamos a ganar. Claro que si. Mira ya sólo faltan 174 kilómetros para Barcelona. A ver si paramos a mitad de camino De nuevo unos cánticos dispersos de un aficionado rompieron la monotonía por unos segundos, hasta que se dio cuenta que la final aun no había comenzado, que el viaje era largo y que la gente más que ganas de cantar tenía deseo de llegar.
Dicho y hecho. Los kilómetros se recortaban y la ciudad condal se acercaba ante mis ojos abiertos y soñadores. Entonces me acordé de algo que había oído antes acerca de los atascos y aglomeraciones a la entrada a Barcelona. En hora mala me acordé ya que al acercarnos al horizonte pudimos ver cientos de lucecitas rojas de posición. Entonces pensabas que aun quedaba mucho tiempo para el comienzo del encuentro y la preocupación no te afectaba. La gente seguía ocupada burlándose de los autobuses madrileños. Comenzaba la preparación para la final.
Dicho y hecho. Los kilómetros se recortaban y la ciudad condal se acercaba ante mis ojos abiertos y soñadores. Entonces me acordé de algo que había oído antes acerca de los atascos y aglomeraciones a la entrada a Barcelona. En hora mala me acordé ya que al acercarnos al horizonte pudimos ver cientos de lucecitas rojas de posición. Entonces pensabas que aun quedaba mucho tiempo para el comienzo del encuentro y la preocupación no te afectaba. La gente seguía ocupada burlándose de los autobuses madrileños. Comenzaba la preparación para la final.
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La presión y la impotencia, ya previstas por el conductor, empezaban a cundir. Fue una hora y media interminable llena de pitidos e indicaciones que al final mereció la pena ya que a falta de un cuarto de hora para el comienzo del partido llegamos todos a Montjuïc.
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[[Archivo:Recopa_1995.jpg|thumb|200px|left|Alineación de la final.]]La presión y la impotencia, ya previstas por el conductor, empezaban a cundir. Fue una hora y media interminable llena de pitidos e indicaciones que al final mereció la pena ya que a falta de un cuarto de hora para el comienzo del partido llegamos todos a Montjuïc.
Costaba encontrar la puerta de entrada pero cuando las prisas reinaban en la gente, una luz de los focos del estadio que más que cegar, atraía, me iluminó el rostro, pintado con una sonrisa.
Costaba encontrar la puerta de entrada pero cuando las prisas reinaban en la gente, una luz de los focos del estadio que más que cegar, atraía, me iluminó el rostro, pintado con una sonrisa.
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Todos los zaragocistas éramos uno, nuestros gritos eran a la vez que ensordecedores, animosos e indomables, y, ni el gol de Beckham de falta bien botada en la que poco pudo hacer el de Silos, pudo acallarnos, ya que, aquel día, íbamos a ganar.
Todos los zaragocistas éramos uno, nuestros gritos eran a la vez que ensordecedores, animosos e indomables, y, ni el gol de Beckham de falta bien botada en la que poco pudo hacer el de Silos, pudo acallarnos, ya que, aquel día, íbamos a ganar.
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Nuestro júbilo no paraba y aunque pareciera increíble nuestros cantos no pararon en todo el partido y ello hizo que el Madrid bajará el listón y dejará jugar al fútbol al Zaragoza. Se veía venir, internada perfecta del carioca [[Savio]] por su banda, centro medido al área para un [[Dani]] sensacional que, tras el error garrafal de la defensa madrileña, abría de par en par las puertas de la victoria con un derechazo imparable al que poco le faltó romper la red.
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[[Archivo:Copa2004(2).jpg|thumb|200px|left|Alegría de Villa.]]Nuestro júbilo no paraba y aunque pareciera increíble nuestros cantos no pararon en todo el partido y ello hizo que el Madrid bajará el listón y dejará jugar al fútbol al Zaragoza. Se veía venir, internada perfecta del carioca [[Savio]] por su banda, centro medido al área para un [[Dani]] sensacional que, tras el error garrafal de la defensa madrileña, abría de par en par las puertas de la victoria con un derechazo imparable al que poco le faltó romper la red.
La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.
La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.

Revisión de 07:35 26 nov 2009