Copa del Rey de 2004

De Real Zaragoza. Zarapasionpedia

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17 de marzo de 2004, Estadio Olímpico de Monjuic.
17 de marzo de 2004, Estadio Olímpico de Monjuic.
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[[Archivo:T real zaragoza la historia-382047.jpg|thumb|200px|left|Alineación de la final.]]¡Atención, minuto 111 de partido! Es el rapado el que controla el balón. Avanza Movilla hacia campo madrileño. Pasa ante la mirada de un desaparecido Zizou. Cede a [[Galletti]] en buena posición. No se lo piensa. ¡Tira y...!
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==Crónica==
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¡Atención, minuto 111 de partido! Es el rapado el que controla el balón. Avanza Movilla hacia campo madrileño. Pasa ante la mirada de un desaparecido Zizou. Cede a [[Galletti]] en buena posición. No se lo piensa. ¡Tira y...!
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Era el día perfecto, el Real Zaragoza jugaba la final esa noche en Montjuïc frente al equipo de los galácticos. Aquel día era especial y el ambiente que se vivía en la calle era distinto, como si todos pensásemos en lo mismo pero nadie dijera nada a nadie. Se oían pitidos de coches que emulaban una conocida musiquilla que hacia recordar que eras uno de los elegidos que se iban a la final. Gritos y risas adornaban el asfalto vestido de blanquiazul salvo contadas e inmundas excepciones para llamar la nota. La gente andaba, unos hacia un autobús que les llevase a Barcelona, otros, a otro lugar, pero todos pensando lo mismo.
Era el día perfecto, el Real Zaragoza jugaba la final esa noche en Montjuïc frente al equipo de los galácticos. Aquel día era especial y el ambiente que se vivía en la calle era distinto, como si todos pensásemos en lo mismo pero nadie dijera nada a nadie. Se oían pitidos de coches que emulaban una conocida musiquilla que hacia recordar que eras uno de los elegidos que se iban a la final. Gritos y risas adornaban el asfalto vestido de blanquiazul salvo contadas e inmundas excepciones para llamar la nota. La gente andaba, unos hacia un autobús que les llevase a Barcelona, otros, a otro lugar, pero todos pensando lo mismo.
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La presión y la impotencia, ya previstas por el conductor, empezaban a cundir. Fue una hora y media interminable llena de pitidos e indicaciones que al final mereció la pena ya que a falta de un cuarto de hora para el comienzo del partido llegamos todos a Montjuïc.
La presión y la impotencia, ya previstas por el conductor, empezaban a cundir. Fue una hora y media interminable llena de pitidos e indicaciones que al final mereció la pena ya que a falta de un cuarto de hora para el comienzo del partido llegamos todos a Montjuïc.
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Costaba encontrar la puerta de entrada pero cuando las prisas reinaban en la gente, una luz de los focos del estadio que más que cegar, atraía, me iluminó el rostro, pintado con una sonrisa.
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[[Archivo:Copa2004(2).jpg|thumb|200px|left|Alegría de Villa.]]Costaba encontrar la puerta de entrada pero cuando las prisas reinaban en la gente, una luz de los focos del estadio que más que cegar, atraía, me iluminó el rostro, pintado con una sonrisa.
Aquello fue una sensación indescriptible que se amplió cuando, al subir unas escaleras, te metías de lleno en la grada del estadio donde los latidos de más de 20.000 leones latían y rugían al compás del cántico de ¡Zaragoza, Zaragoza! Aquella visión, aquella sensación me marcará para siempre.
Aquello fue una sensación indescriptible que se amplió cuando, al subir unas escaleras, te metías de lleno en la grada del estadio donde los latidos de más de 20.000 leones latían y rugían al compás del cántico de ¡Zaragoza, Zaragoza! Aquella visión, aquella sensación me marcará para siempre.
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La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.
La noche había cambiado, el cierto miedo que se podía sentir por el marcador en contra se había esfumado y la gente entonces supo que, si [[Lainez]] seguía parando todo, [[Milito]] seguía providencial, [[Álvaro]] seguía seguro en el corte, [[Cani]] y [[Savio]] seguían creando peligro, [[Toledo]] y [[Cuartero]] seguían ayudando al centro y a la defensa, [[Movilla]] seguía distribuyendo el juego, [[Dani]] corría y tiraba y [[Villa]] seguía buscando su gol, la Copa se iba a ir al ciudad del Ebro.
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Todo siguió igual y como si de un sueño se tratase, [[Villa]] abría su particular tarro de las esencias al transformar un penalti claro cometido sobre él mismo al final del primer tiempo. El guaje estallaba de alegría y la afición se moría de gozo. Se había dado la vuelta al marcador y la afición maña disfrutaba viendo jugar a su equipo con un fútbol de clase que estaba bajando a la tierra a los supuestos galácticos. Llegó así un merecido descanso no sólo por el esfuerzo de los jugadores sino también por el derroche de la afición maña.
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[[Archivo:Copa2004(1).jpg|thumb|200px|right|Movilla con la Copa.]]Todo siguió igual y como si de un sueño se tratase, [[Villa]] abría su particular tarro de las esencias al transformar un penalti claro cometido sobre él mismo al final del primer tiempo. El guaje estallaba de alegría y la afición se moría de gozo. Se había dado la vuelta al marcador y la afición maña disfrutaba viendo jugar a su equipo con un fútbol de clase que estaba bajando a la tierra a los supuestos galácticos. Llegó así un merecido descanso no sólo por el esfuerzo de los jugadores sino también por el derroche de la afición maña.
No había que esperar más. El tiempo de descanso se cumplió y la segunda parte arrancaba ya con el 2-1 favorable al Real Zaragoza. De nuevo volvieron los cánticos, los gritos, los ánimos y los miedos, ya que a los pocos minutos, era Roberto Carlos el que ponía el empate con un potentísimo disparo que sorprendió por bajo a Lainez en un saque de falta.
No había que esperar más. El tiempo de descanso se cumplió y la segunda parte arrancaba ya con el 2-1 favorable al Real Zaragoza. De nuevo volvieron los cánticos, los gritos, los ánimos y los miedos, ya que a los pocos minutos, era Roberto Carlos el que ponía el empate con un potentísimo disparo que sorprendió por bajo a Lainez en un saque de falta.
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El susto fue pasajero puesto que el Zaragoza dominaba aunque no acertaba a sentenciar. Con esta sensación se alcanzó ya la mitad de la segunda parte de la prorroga.
El susto fue pasajero puesto que el Zaragoza dominaba aunque no acertaba a sentenciar. Con esta sensación se alcanzó ya la mitad de la segunda parte de la prorroga.
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La afición se dio cuenta pues de que el Zaragoza no merecía los penaltis. Cantó más fuerte que nunca y animó incansable. Ello hizo que el espíritu de los 20.000 aficionados presentes saltase al campo y se posara en el argentinito [[Galletti]] que al coger el balón y, como bajado del cielo y ungido por la bota de [[Nayim]], disparó con la potencia de los dos colores zaragocistas y consiguió un gol que valía una final, una Copa, unos colores, una afición. El efecto del Roteiro fue imparable para el portero [[Cesar Sánchez]].
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[[Archivo:Galleti.jpg|thumb|200px|left|El heroe de la final.]]La afición se dio cuenta pues de que el Zaragoza no merecía los penaltis. Cantó más fuerte que nunca y animó incansable. Ello hizo que el espíritu de los 20.000 aficionados presentes saltase al campo y se posara en el argentinito [[Galletti]] que al coger el balón y, como bajado del cielo y ungido por la bota de [[Nayim]], disparó con la potencia de los dos colores zaragocistas y consiguió un gol que valía una final, una Copa, unos colores, una afición. El efecto del Roteiro fue imparable para el portero [[Cesar Sánchez]].
La euforia se desató en el Olímpico que veía como la palabra gol retumbaba en sus cimien-tos: ¡Gooooooooooool! ¡Gooooooooooooooooool! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Goooooooooooooooooooooooooool del Zaragoza, [[Galletti]], [[Galletti]], [[Galletti]]!
La euforia se desató en el Olímpico que veía como la palabra gol retumbaba en sus cimien-tos: ¡Gooooooooooool! ¡Gooooooooooooooooool! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Gol! ¡Goooooooooooooooooooooooooool del Zaragoza, [[Galletti]], [[Galletti]], [[Galletti]]!
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No dio tiempo para más y al canto de campeones, campeones concluyó una de las mejores finales de la historia que dio como justo vencedor al Real Zaragoza.
No dio tiempo para más y al canto de campeones, campeones concluyó una de las mejores finales de la historia que dio como justo vencedor al Real Zaragoza.
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La alegría se liberó, una sensación de júbilo recorrió el cuerpo de 20.000 forofos que se habían entregado a su equipo, y un equipo fue a la grada a celebrarlo ya que se había entregado a su afición. Cuartero, el eterno capitán alzo por fin el deseo de todos. La ocasión lo justificaba, el Zara-goza había ganado el partido, la final, era el campeón de la Copa del Rey 2004.
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[[Archivo:Copa2004.jpg|thumb|200px|right|Celebración.]]La alegría se liberó, una sensación de júbilo recorrió el cuerpo de 20.000 forofos que se habían entregado a su equipo, y un equipo fue a la grada a celebrarlo ya que se había entregado a su afición. Cuartero, el eterno capitán alzo por fin el deseo de todos. La ocasión lo justificaba, el Zara-goza había ganado el partido, la final, era el campeón de la Copa del Rey 2004.
La fiesta acababa de empezar, el viaje de vuelta fue un mero trámite y la alegría desbordada de la afición se hacía notar.
La fiesta acababa de empezar, el viaje de vuelta fue un mero trámite y la alegría desbordada de la afición se hacía notar.
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Existe una leyenda que cuenta cada vez que pasas al lado de Montjuïc puede oír los gritos de campeones, campeones que cantaron los aficionados maños. Quizá sea cierto. Probablemente.
Existe una leyenda que cuenta cada vez que pasas al lado de Montjuïc puede oír los gritos de campeones, campeones que cantaron los aficionados maños. Quizá sea cierto. Probablemente.
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==Ficha del partido==
==Ficha del partido==

última version al 17:43 26 nov 2009