A las 11.00 y a las 11.30. Misma sala, misma jueza, aunque diferentes denunciantes: Pablo Alfaro y Joaquín Sorribas. El exentrenador del Huesca y el excapitán azulgrana estuvieron presentes ayer en sendas vistas orales celebradas en los juzgados de la capital oscense, en las cuales reclamaron al club diversas cantidades. Por parte de la entidad que preside Fernando Losfablos comparecieron el vicepresidente y consejero delegado de la sociedad anónima deportiva, Agustín Lasaosa, y el gerente, Raúl Ojeda, como testigo en ambos juicios.
El Huesca ha preferido no entrar en detalles al respecto de dichas demandas. Fuentes del club, que contó para el ejercicio de su defensa con la letrada Ana del Pozo (del despacho de Javier Tebas, abogado oscense y presidente de la Liga de Fútbol Profesional) comentaron a este periódico: "Sobre estos temas no tenemos nada que decir. Estamos intentando defender los intereses de la entidad de la mejor manera posible".
En el caso de Pablo Alfaro, técnico que empezó dirigiendo al equipo la temporada pasada y que fue destituido en la quinta jornada, la reclamación es por una "sensible" cantidad de dinero (podría superar los 30.000 euros), como reconoció a HERALDO el propio interesado. Según el entrenador aragonés, se trata de un montante acordado en su día con el club fuera del contrato federativo, el cual sí se resolvió para poder fichar al que fue su recambio, David Amaral.
"A nadie le gusta encontrarse en estas situaciones", afirmó Alfaro, que el pasado 30 de junio ya se vio las caras con el Huesca en el mismo escenario por una cuestión de derechos de imagen. Un Huesca que, por su parte, reclama al técnico los gastos que ocasionó el alojamiento de Amaral en un hotel de la capital al entender que Alfaro debió abandonar con anterioridad la vivienda que ocupaba, por estar destinada al citado entrenador canario.
Sobre la documentación presentada por la parte denunciante para tratar de probar la deuda contraída por el club, el consejero delegado del Huesca, Agustín Lasaosa, argumentó que desconocía el contenido preciso de esos papeles en los que aparecía su firma y que estos se le facilitaban desde la gerencia de la entidad. El caso ha quedado ya visto para sentencia.
La demanda de Sorribas
Por su parte, Joaquín Sorribas ha denunciado al Huesca por una cantidad vinculada a la finalización de su contrato, que expiró el pasado 30 de junio de 2012, poco después de que el equipo azulgrana certificase su descenso a Segunda División B.
El futbolista de Abella, actualmente enrolado en el Toledo, prefirió mantenerse al margen ayer y no manifestarse públicamente. El concepto que reclama al club oscense es un tipo de premio de antigüedad sobre el que no hay jurisprudencia en el fútbol aunque sí en otros deportes, por lo que la sentencia, que se prevé se dicte en un plazo aproximado de dos semanas, podría sentar un precedente en este sentido.
Sorribas estuvo asistido por el letrado Santiago Nebot, que compareció en representación de su despacho profesional, al margen de su actividad en la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), a través de la cual presta respaldo jurídico a jugadores de Segunda B y Tercera División.
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