Adiós a la Copa, otra vez

15/10/2015 @Mariluzsanchez

Partido de la tercera ronda de la Copa del Rey. El Real Zaragoza ha caído eliminado tras un buen encuentro contra la Unió Esportiva Llagostera por un gol a dos.

 Noche de Copa en la Romareda, con el escaso público característico de las primeras rondas y del horario. Pocos zaragocistas en la grada aguantando el frío. Había ganas de volver a jugar un torneo tan especial para el Real Zaragoza, el que más y mayores alegrías le ha dado en su historia pero en esta ocasión nos llegaba, como en los últimos años, en momentos donde es prioritario sobrevivir y con el debate de si es o no necesario quemar esfuerzos en un torneo secundario para ese propósito. Pero la Copa es la Copa y el Real Zaragoza siempre tiene la obligación de disputarla. Esta vez sólo han sido 93 minutos de competición pero noventa y tres minutos peleando la victoria a la UE Llagostera.

Ranko Popovic ha optado esta noche por las rotaciones, algunas obligadas por las lesiones y las ausencias de los internacionales. En el centro de la defensa debutaba Iñaki Olaortua, en el lateral izquierdo Abraham daba el relevo a Rico mientras que en el centro de campo Aria Hasegawa ocupaba el lugar de Diamanka y en la punta Ángel retomaba la titularidad. Estos cambios han hecho que el equipo empezase dubitativo e intentando ajustarse en los primero minutos, con una salida temeraria de Manu Herrera que ha puesto el "uy" en la grada y pocas opciones de ataque. Esto hasta que en el minuto nueve el árbitro señalaba el punto de penalti en el área de los gerundenses. Falta clara de Aimar sobre Jorge Díaz y Ángel colocaba el balón para enviarlo a la grada por encima del larguero. 
 
Peor que fallar un penalti en una eliminatoria es que te marquen en los minutos siguiente. Justo eso es lo que ocurrió. Cuando ya la afición pensaba que este año sí que podía volver a ser, cuando aun no sabíamos muy bien cómo se puede fallar eso, la Llagostera ha lanzado una contra rápida que ha culminado Benja. Cero a uno en el marcador y el equipo revolucionado, perdiendo la posición y sin saber cómo mantener la posesión si bien este desbarajuste, principalmente generado por la falta de capacidad de Aria y Wilk en la creación, permitió la internada rápida hasta línea de fondo de Hinestroza por la derecha para centrar al área pequeña un balón que ha embocado a gol Ángel que anda por allí. De ahí a la ducha a refrescar las ideas.
 
A la vuelta, Aria dejó su puesto al fútbol, o lo que es lo mismo, a Sergio Gil. Los cuarenta y cinco minutos que ha jugado el de Garrapinillos hoy en la Romareda sólo tienen una definición posible: maravilloso. Al principio parecía que salía con ganas, ha hecho un buen disparo a puerta que ha parado el portero rival, se ofrecía para apoyar el juego pero según han pasado los minutos, Sergio Gil ha creído, ha aportado madurez, pases imposibles, templanza en el juego, opciones distintas para aprovechar la banda de Isaac Carcelén y Freddy Hinestroza que han sido los auténticos impulsores del ataque maño. De esta manera, de la mano de Segio Gil, Carcelén e Hinestroza, el equipo ha tenido ocasiones, ha asediado la portería rival defendida por Ratti que ha repelido al menos cuatro disparos dejándonos con el grito en la garganta.
 
El empate prometía treinta minutos más, pero el cansancio y las necesidades de la Liga ha hecho que el banquillo siguiese oxigenando al once titular y primero Rico y luego Jorge Ortí han sustituido a los extremos, Jorge Díaz e Hinestroza. Este fue el punto de inflexión ya que el equipo ha perdido velocidad y mordiente, se arrugó ligeramente y ha dejado de lucir como lo estaba haciendo. Desde luego, la inactividad de Jorge Ortí y la variante de Diego Rico en el extremo han restado más que sumar, aunque el dominio ha continuado en las botas blanquiazules.
 
Un penalti fallado, un gol de una única ocasión del rival, un portero en racha, el larguero de por medio, en definitiva, la mala suerte de nuestro lado. Con lo cual sólo faltaba lo que ha pasado en el minuto noventa y uno, en la única jugada de ataque, al margen de un corner, de la Llagostera en toda la segunda parte. Y ni siquiera han sido ellos quienes han marcado, porque en esta ronda de injusticias, dentro del colmo de el fútbol es así, ha sido Olaortua el último en tocar una pelota centrada desde línea de fondo y que no debería haber acabado en otro lugar que no fuesen los guantes de Manu Herrera y que no obstante ha terminado en la red.
 
Aun ha habido ocasión para la heróica con una falta escorada en la banda derecha del ataque zaragocista. El poco público que aguanta en pie, portero al remate y balón bombeado al área que finalmente ha caído franco para que Abraham ensayase el disparo desde fuera del área con tan mala suerte que antes de llegar a los dominios de Ratti ha tocado en Cabrera y se ha ido fuera.
 
Fin. Fin del partido y de la Copa del Rey para el Real Zaragoza. De vuelta a casa con cara de resignación pero recuperando sensaciones, sintiendo que se ha hecho bien y que tan sólo la mala suerte nos ha apartado de lo que hubiese sido la merecida victoria. El año que viene más.