Se despide en la web del club con un comunicado
Zaragocistas:
Sirvan estas líneas para anunciarles que tras ocho años de ostentar la mayoría accionarial del Real Zaragoza ha llegado el momento de decir adiós.
Por mucho que se pueda decir, por mucho que se haya escrito o hablado, más allá de mis intereses personales he pretendido en estos últimos tiempos que el Real Zaragoza tuviera una viabilidad y que no desapareciese.
Por ese motivo y no otro se ha dilatado el acuerdo que hoy estoy contento de anunciar. Mi firme objetivo era que quien tomara el testigo en la dirección del Real Zaragoza comandara un proyecto serio, fiable y viable de cara al futuro de la entidad, tanto a corto, como a medio y largo plazo. Siempre con un interés claro, que quedara en manos de Aragoneses y Zaragocistas.
En ese sentido les anuncio que se ha llevado a término una operación en virtud de la cual una serie de empresarios tendrá la nueva mayoría accionarial del Real Zaragoza SDA, con su único afán de intentar dar viabilidad, seguridad y continuidad al Real Zaragoza, comprometiéndose más allá de lo escriturado, con nuestros colores, y aportando un capital de 8 millones de Euros antes del final de esta temporada, necesario e imprescindible para que el Real Zaragoza no sufra económicamente, cumpla sus compromisos y se asegure su existencia. Todos ellos, y cada uno por la parte que ha podido comprometerse, intentarán que nuestro club se encuentre estable, y con la seguridad que precisa.
Tras estos ocho años en el Real Zaragoza, en estos momentos, tengo sensaciones y sentimientos encontrados. Por un lado quiero ser agradecido con quienes me han apoyado incondicionalmente, tanto a mi como al Real Zaragoza, en esta etapa que ahora concluye.
Entre ellos he de destacar en primer lugar a mi familia, y especialmente a mis hijos, quienes han sufrido en sus propias carnes la maldad de ciertos personajes, quienes injustificadamente quieren justificar tales hechos por los errores que, como legítimo propietario, haya podido cometer su padre en la gestión del Real Zaragoza.
A mis amigos, a la persona que me quiere, a quienes se han esforzado por ayudarme y que si hubiera seguido sus consejos, hace tiempo que debería haber tomado la decisión que hoy les anuncio, principalmente pensando en mi salud, pero que hasta la fecha no ha sido posible, pues quienes se acercaban al club en absoluto sentían la camiseta, no tenían la suficiente solvencia económica, ni el proyecto de futuro era relevante. Les aseguro que todos, absolutamente todos, solo pretendían protagonismo sin importarles para nada nuestro club, como así se ha demostrado.
También quiero agradecer a todos quienes trabajan o han trabajado en la gran familia que es el Real Zaragoza a lo largo de estos años, porque pienso que en sus actuaciones les ha guiado el amor a los colores del club y lo que representa, dándome su generosidad y lealtad para llevar acabo mi trabajo en el club, por delante de la persona que ostentaba la propiedad.
Y por supuesto mi total reconocimiento a la afición con la que he compartido, en este período de tiempo, más decepciones que alegrías.
Finalmente quiero dejar patente también, mi agradecimiento a quienes desde el primer momento han estado en contra, tanto de mi persona como de la gestión que hemos llevado a cabo. Y les estoy agradecido porque su frontal oposición me ha ido enriqueciendo a nivel personal a la par que me ha permitido conocer a mis verdaderos amigos.
Les puedo asegurar la dificultad que ha entrañado poder hilvanar una línea de trabajo con tantas y tantas piedras que, a lo largo de estos ocho años, han puesto en el camino, a mi persona, a mi entorno personal y profesional y, como consecuencia, al Real Zaragoza. Esa crítica permanente, sin argumentos ciertos en la mayoría de las ocasiones, acompañada de insultos personales y de intentos de amedrentamiento, a cualquiera de las decisiones que se tomaran en el club, por insignificante que fuera su incidencia, han influido fundamentalmente en la trayectoria del club.
Por último, no me queda más que desear a la nueva propiedad que tenga suerte con su trabajo y manifestarles mi apoyo incondicional, pues solo pretendo y siempre he pretendido, el bien de la entidad y del Zaragocismo.
Les deseo algo de lo que yo no he sido acreedor: que las Instituciones, los medios de comunicación y aquellos que se autoproclaman zaragocistas de corazón, ojalá les permitan trabajar con tranquilidad y les ayuden por el bien de este histórico club que es el Real Zaragoza.
Real Zaragoza, Mucha Suerte y Gracias.
Agapito Iglesias García
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