BIENVENIDO, AFICIONADILLO FINALISTA

01/04/2006 admin

Después de certificar ayer el pase a la final de la Copa del Rey nuevamente entre la afición blanquilla hemos de dar la bienvenida al aficionadillo finalista, ése que es capaz de ignorar a nuestro equipo durante años pero que tiene una especie de radar o de sexto sentido para que, llegado el momento (osea la final de turno), se vaya al armario, se ponga el kit de buen forofo y joda al buen aficionado de toda la vida.

Y es que eso de que no se puede clasificar o evaluar el zaragocismo de cada persona es una milonga de las grandes, no es lo mismo un aficionado que viene desde Madrid o Vitoria todos los domingos a ver a su equipo que uno que desde el 17/03/04 no ha vuelto a saber de su equipo. Eso sí, el 12/04/06 sea en Madrid, Valencia o Sevilla, está dispuesto (jodiendo al abonado de turno) a asistir a la gran final aunque ni siquiera sepa muy bien quien es Ewerthon o no haya visto en 2 años un partido del Real Zaragoza.

Claro que.... llegado a este punto bien se puede decir "oye que cada uno anima a su equipo como quiere", por supuesto. Lo que pasa es que yo creo que esa gente no puede estar por delante a la hora de conseguir una entrada de un abonado, y eso no es culpa suya sino del club. Y como tal, espero que este año se haga mejor el reparto de entradas, ¿cómo? no sé, a mí no me pagan para eso, pero seguro que vendiendo una sola entrada por abonado, no dos como en Montjuïc. A partir de ahí ya iremos dando ideas.

Por último decir o aclarar, que por supuestísimo en este saco de aficionadillos no meto a esos grandes zaragocistas que siguen partido a partido a su equipo desde otras ciudades españolas y que lógicamente en la mayoría de los casos no son abonados y que seguramente el día que se haga un carnet de simpatizante sean los primeros en pedirlo y mostrarlo con orgullo, a esos sí, señor Solans, a esos si quieren o pueden sí que hay que facilitarles una entrada, no a los aficionadillos finalistas que se apuntan a lo bueno, a la fiesta, a los laureles, para que al volver a casa abran su armario y cuelguen el kit de aficionado hasta la próxima final.