El Real Zaragoza gana a la Real Sociedad en el Lapetra
Van pasando los años y seguimos renovando. Cada verano empieza a rodar la ilusión una vez más. Empezamos de cero, entrando por la misma puerta, el mismo asiento o quizás no, la misma grada y las mismas ganas. Un año más vieja La Romareda nos vuelve a prestar su cemento para cimentar una temporada más que será larga, que vendrá con frío, con lluvía, con niebla, el sol en la cara. No importa porque nosotros sabemos que vamos a estar.
Ayer tocaba una vez más el ritual de inicio, el que a muchos nos hizo ir por primera vez al campo hace ya décadas, ayer se presentaba ante su afición el Real Zaragoza en el Torneo Ciudad de Zaragoza - Memorial Carlos Lapetra. Un partido más de pretemporada pero que en la noche de ayer consiguió rescatar un pedazo más del naufragio identitario de nuestro equipo.
Se eligió rival de primera y con historia, la Real Sociedad, un rival de la misma categoría. Se encendieron los focos y sobre el campo aparecieron las caras nuevas, casi todas ellas lo eran, que vestirán la camiseta blanquilla durante este año. Se dió el comienzo del partido por parte del colegiado y a jugar otra vez.
Los chicos de Popovic salieron con la seriedad de un partido oficial y nos hicieron disfrutar. Ordenados, líneas juntas, presión, salida rápida del balón. En la primera parte con el presumible equipo titular, el Real Zaragoza jugó de manual manteniendo el dibujo perfecto del esquema, defensa de cuatro con los laterales adelantados, dos pivotes mordiendo los tobillos de los contrarios, línea creativa de tres con dos carrileros rápidos y un delantero listo que buscó los huecos y la espalda de la defensa incansablemente. En la portería, en busca de expiar sus pecados, volvía Bono.
Pocos minutos hicieron falta para que la línea defensiva comandada por Rubén y Cabrera diera un paso adelante, lo que hizo que Dorca y Wilk se preocupasen menos de su retaguardia que de lo que tenían por delante. Wilk demostró contudencia en el corte y ningún miedo a sumarse al ataque. Albert Dorca parece haber recuperado su rol de pegamento invisible que mantiene la estructura fuerte; trabajo oscuro que sólo se aprecia cuando no está. De ahí para arriba, creación y rapidez. Aria, Jatsuru Hasegawa, el fichaje más exótico de la historia de este equipo, parece ser que ha venido para algo más que vender camisetas y hacerse fotos, es el vértice de la creación, el balón transita al primer toque por sus botas y su generosidad en los apoyos acorta los metros de césped entre los mediocentros y la delantera. Pedro ya no está sólo para hacer del fútbol algo más bonito y efectivo. De hecho, el jugador alicantino junto con Hinestroza asumió durante todo el partido un rol que habitualmente surge como recurso de pocos minutos, jugando en las bandas contrarias a las que por naturaleza de juego les correspondía.
Así las cosas, faltaba un marcador adecuado al momento y la circunstacia y qué mejor manera de inaugurarlo que con un zurdazo de los que te levantan del asiento antes de que besen la red, desde mitad del campo rival. Fue Diego Rico, nuestro lateral menos defensivo, quien subió el primero al contador. A veces, no nos gusta su juego, a veces yerra de manera infantil atrás, a veces se nos olvida que tiene 22 años y que ya lleva tres llevando inasequible al desaliento el escudo del Real Zaragoza en su camiseta y que ni una sola de esas veces ha dejado de intentarlo y de seguir adelante.
Desde ese minuto todo fue más sencillo, más normal, porque al fin y al cabo, el juego combinado, los goles, las jugadas de toque y pases imposibles fueron, alguna vez, nuestra normalidad. Aunque hoy nos sorprendamos al ver cómo Leandro Cabrera sacó en largo al hueco que le anticipó Pedro con su carrera desde la derecha para sumar el segundo de la noche. La norma también dice que un delantero debe encontrar los espacios y mover a los centrales, descolocar a línea defensiva para generarse oportunidades y conseguir segundas opciones para sus compañeros. Y he ahí donde encontramos a Ángel Rodríguez.
El delantero canario es uno de esos killers molestos, que nunca piensas que va a ser el gran goleador pero que siempre encuentra un balón perdido, mal despejado o abandonado por falta de fe para hacernos felices. Y así apareció de repente, en el lado contrario de por donde estaban ocurriendo las cosas para rematar el centro cruzado de Pedro, casi tan rápido como él encontrando lo que nadie más ve.
Tres a cero al descanso y con la sensación de que era uno de esos partidos que te gustaría ver en la tele, con el que perderías un par de horas de tu tiempo. Después del bocadillo, el concepto de partido amistoso saltó al campo. Los cambios desdibujaron el impecable sistema de juego pero mantuvieron la intensidad. Salieron del banquillo Jorge Díaz a la derecha -luego a la izquierda cuando saltó Jaime-, Isaac por Marc Bertrán que había mantenido su banda derecha a raya hasta entonces, Diamanka y Erik Morán para sustituir a Dorca y Wilk, Ortuño para dar otro aire al ataque y por último, regresó, se calzó de nuevo las botas en La Romareda, Jaime Romero. Quedaban veinte minutos, tiempo insuficiente para ajustar de nuevo las piezas de la maquinaria pero tiempo de sobra para ver que ya no es lo que era, que el equipo no termina en el jugador número 11 y está más cerca de ser un equipo.
Es largo un año en la segunda división, más de lo que muchos puedan creer. Cuarenta y dos partidos, uno tras otro que hacen que cuando todavía no has acabado de digerir los siete minutos más duros del año anterior estés ya de nuevo en un autobús camino de Anduva. Ese camino para los aficionados es interminable pero somos incansables, nos mueven los años, las historias y la historia, los compañeros que han estado y están, el escudo, los colores que tanto amamos. Nosotros simplemente damos pasos adelante. Las metas a las que tenemos que llegar y en las que descansar las ponen ellos, los jugadores, los depositarios de nuestro aliento, y para saber dónde llevarnos es importante que sepan desde dónde hemos llegado a aquí. No les pedimos que sean parte de la identidad zaragocista, nos sirve con que la reconozcan y respeten. Partiendo de ese punto y de ese fútbol, este año el camino de regreso será por la ruta más corta.
Copyright © 2024 Pasión Zaragocista
Desarrollo: Efor Internet + Servicios tecnológicos
Todos los derechos reservados.
Todos los logotipos e iconos son propiedad del webmaster.
Los comentarios son propiedad del que los escribe.