Estimados zaragocistas:
Me dirijo a vosotros en primer lugar para mostraros mi más profundo agradecimiento, tanto a vosotros, los zaragocistas, como a mi familia, mis amigos y colaboradores, que me han acompañado y apoyado a lo largo de este último largo año.
Ésta ha sido una temporada especialmente difícil en la que hemos tenido que enfrentarnos a problemas de toda índole. A pesar de ello, los hemos superado y los superaremos siempre por el bien de nuestro Club.
La situación, a nadie se le escapa, es delicada, lo que nos ha obligado a realizar todo tipo de esfuerzos, especialmente económicos, para que el Real Zaragoza pueda salir adelante.
El sábado tenemos una cita de vital importancia para el futuro de nuestro amado Club, la última de esta temporada. La unión, como se ha demostrado a lo largo de toda la temporada, ha resultado fundamental, porque cuando el zaragocismo camina en la misma dirección todo es posible, a pesar de los obstáculos que nos podamos encontrar, a veces con intenciones maliciosas. Pero el zaragocismo siempre se crece en las circunstancias adversas, como se ha demostrado esta temporada en no pocos enfrentamientos directos con rivales que tenían el mismo objetivo que nosotros.
Ahora más que nunca, ante la importancia del encuentro del sábado, necesitamos el empuje de todos, jugadores, técnicos, aficionados, medios de comunicación, etc. Porque, independientemente de las posiciones que cada uno haya podido defender en todo este tiempo, coincidimos en una cosa: todos queremos al Real Zaragoza en lo más alto y para ello necesitamos consolidar la permanencia en Primera División, el lugar que nos corresponde por historia. Unidos podemos hacer nuevamente recuperar la ilusión que todos tenemos.
En un año tan difícil como el último que nos ha tocado vivir, quiero destacar la aportación vital y sin ningún tipo de discusión de nuestra querida plantilla a la que debo todo mi reconocimiento, que a lo largo de todo el campeonato ha demostrado su compromiso con la Institución a la que representa. Juntos, con la ayuda y la entrega del cuerpo técnico, han conseguido que lleguemos a la última jornada de Liga dependiendo de nosotros mismos. A pesar de que, desde fuera, hubo quien dudó en muchos momentos de la temporada, precisamente cuando más se necesitaba estar unidos, el trabajo y entrega de jugadores y técnicos lo han hecho posible, gracias a una magnífica segunda vuelta. Esta entrega y sacrificio se merecen nuestro agradecimiento y aplauso, así como el último empujón para conseguir una victoria con la que alcanzar la salvación.
Por ello solo os pido que de cara a este sábado seamos capaces entre todos de continuar aunando nuestros esfuerzos para lograr un objetivo que ya tenemos al alcance de nuestras manos y que está muy por encima de todos nosotros y todos los que no creyeron posible este logro. Porque, como decía antes, nuestra ilusión, la de todos, es que el Real Zaragoza se mantenga en Primera División, objetivo que nos marcamos cuando comenzó esta temporada. Una vez logrado este primer objetivo, a partir del domingo comenzará una nueva era para el zaragocismo que todos, entre los que indudablemente me incluyo, deseamos que sea muy exitosa. El zaragocismo, nuestro Club, nuestra ciudad y Aragón entero así lo merecen.
Un primer paso ya lo hemos dado con el importante esfuerzo que va a realizar nuestra afición, en un momento difícil para todos, por lo que el Club ha realizado un importante aporte económico, para facilitar un histórico desplazamiento a Valencia, que estoy seguro que se verá recompensado en el terreno de juego, con una victoria zaragocista.
Ahora, entre todos, nuestra gran plantilla, cuerpo técnico, empleados del Club y afición, nos queda empujar para que en la noche del sábado podamos conseguir nuestro objetivo, el único. El Real Zaragoza se lo merece. Gracias a todos.
¡Aupa Zaragoza!
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