Derrotados

25/01/2016 @Mariluzsanchez

El Real Zaragoza sigue alejándose de los puestos de ascenso con una nueva derrota contra el Mirandés.

El zaragocismo salió ayer derrotado de la Romareda frente al Mirandés. Es posible que la evaluación que jugadores y técnicos del Real Zaragoza hagan del partido no conlleve, necesariamente, una sensación de derrota pese al resultado, pero lo cierto es que esa otra parte del Real Zaragoza, el zaragocismo, la parte sentimental, salió aniquilada de la sesión vespertina.
 
Lluis Carreras ajustó la defensa por la defensa de Diego Rico, volvió a la titularidad Rubén para que Leandro Cabrera ocupase el lateral zurdo. En la delantera, el técnico catalán volvió a confiar en Ángel. Por lo demás ninguna novedad, todo igual para un equipo que necesita cambiar mucho. Enfrente, un equipo ordenado y empastado que no precisó hacer más de lo que sabe hacer para desarmar los argumentos de los blanquillos. Es curioso ver cómo este Real Zaragoza se desmorona ante la sencillez de equipos que simplemente proponen eso, ser equipo y hacer fútbol sencillo y fundamentalmente aprovechando las contras, pasó en Oviedo, en Tarragona y ayer contra el Mirandés.
 
En el minuto dieciocho, cuando aun se estaban tomando la medida ambos equipos, Carreras tuvo que hacer el primer ajuste obligado en el once titular. Isaac se lesionó en su rodilla izquierda, así que Vallejo ocupó su lugar en la banda derecha, Cabrera recuperó el centro con Rubén y Carlos Nieto entró para hacerse cargo de la banda izquierda. Esto es, el Real Zaragoza cuenta ahora mismo con la ausencia total de laterales de la primera plantilla y tan sólo cuenta con los tres defensas centrales titulares en la tarde de ayer para afrontar la próxima jornada. Respecto a las consecuencias inmediatas, el desbarajuste más absoluto sólo compensado por el brío de Jesús Vallejo y la agresividad de Cabrera.
 
Con este contexto, lo inevitable llegó en el minuto veinte, cuando Eguaras enganchó un balón despejado de puños al centro por Bono y, ante la pasividad de la defensa que en bloque no salió a cubrir la segunda jugada tras un saque de falta -ya ocurrió esto frente al Huesca en el minuto noventa y dos-, cuajó un zurdazo desde fuera del área para el cero a uno visitante.
 
El centro de campo con Dorca, Moran y Diamanká se axfisió y cortocircuitó al equipo ante la presión del Mirandés. Incapaces de hilar juego ni de mantener la contención, sólo Pedro por la banda derecha y cayendo hacia el centro consiguió encontrar algo de espacio y fue él quien asistió entre los centrales a Ángel, ya en el minuto cuarenta para el gol del empate. Eso y algún desborde de Hinestroza, tal y como fue en el inicio de la jugada del gol, fue el escaso bagaje del equipo blanquillo al descanso. Equipo sin alma, sin corazón y sin reacción.
 
A la vuelta, la cosa no mejoró y el rival consiguió con una carrera y dos pases superar al centro de campo y toda la defensa zaragocista para colocar el definitivo uno a dos en el marcador, obra de Alex García.
 
Los retoques de Lluis Carreras tampoco remendaron lo que estaba sucediendo en el Municipal. Sergio Gil ocupó el lugar de Dorca en la medular pero esta vez no encontró quien entendiese sus pases ni a quien los esperase. Hinestroza, Ángel o Diamanká no leían el fútbol esta vez en el mismo lenguaje que el de Garrapinillos que acabó ahogandose en la mediocridad generalizada. 
 
El último cambio fue para dar la bienvenida a Dongou que si bien tuvo una primera jugada de aplauso terminó perdido cual Marco el día de la madre en el extremo diestro.

Y ya está, nada más, ni intentar ni querer ni poder ni saber. Nada. Derrota nada más y el objetivo cada jornada más lejos, punto a punto más lejos, más inaccesible. 

Volver al listado

Copyright © 2024 Pasión Zaragocista
Desarrollo: Efor Internet + Servicios tecnológicos
Todos los derechos reservados.
Todos los logotipos e iconos son propiedad del webmaster.
Los comentarios son propiedad del que los escribe.