La crónica de ayer en el Reyno de Navarra es la crónica del antifútbol, de lo que un equipo nunca debe hacer cuando salta al césped. Defensa lenta, atrasada y descolocada; centro de campo torpe y cabizbajo; delantera roma, desasistida y sin desmarque. Ni Roberto estuvo inspirado aunque seguramente fue el menos culpable de los tres goles que encajó.
A priori y en virtud de lo visto hace una semana frente a la Real Sociedad, la afición zaragocista esperaba ver, al menos, más actitud por parte de sus jugadores. Sin embargo, las ganas de disputar el partido se debieron quedar en ese autocar de lunas rotas que volvió ya de noche a Zaragoza.
Es curioso ver cómo pasan los años, los jugadores, los entrenadores y aun así el orden y el fútbol sencillo, el postulado de Mendilibar, siguen haciendo daño a este Real Zaragoza, despitado y dubitativo. Fue eficacia máxima lo que mostró el Osasuna que tan sólo precisó de Raul García, Nino y Nekounam para desmontar al equipo maño que jamás estuvo sobre el terreno de juego. Caricatura de sí mismo cuando todavía no es ni un boceto.
El partido duró cuarenta y cinco minutos, los restantes, hasta el noventa y tres, sobraron. Sobraron los cambios, los retoques estériles en el esquema y las ideas de lúcido entrenador de Aguirre de la misma manera que sobra hablar de las debilidades de Juárez, la ineptitud de Barrera, de la sempiterna presencia de un opaco Paredes o las obligaciones de titularidad del veterano Meira cuando ni los años de capitanía de Ponzio, ni la internacionalidad de Da Silva, ni la frescura de Mateos, ni el espíritu canterano de Lafita lucieron sobre el verde pamplonica. Excluir a los unos de los otros es tanto como intentar salvar algo del desastre total en el que naufragó ayer el equipo blanquillo.
La escenificación de lo que ocurrió es Hélder Postiga doblado en el suelo, encajando el golpe en el estómago, mientras los rojillos goleaban. Así de simple, con esa actitud y con ese ademán de mirarnos por encima del hombro logró el Osasuna su tercer gol y la sentencia de un encuentro que mejor hubiese sido dejar que se olvidase en el fondo del túnel de vestuarios.
Este miércoles, comparecerá en la Romareda el Valencia, seguramente el mejor recuerdo local de las últimas dos temporadas pero mal rival para invocar ahora que las dudas, el miedo, las cobardías envuelven a los maños. Lo mismo un año más...
Ficha del partido:
Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Lolo, Sergio, Raitala; Puñal, Nekounam; Ibrahima (Lekic, m.79), Raúl García, Cejudo (Timor, m.74); y Nino (Damià, m.86).
Zaragoza: Roberto; Juárez, Mateos, Da Silva, Paredes (Micael, m.46); Meira; Barrera (Juan Carlos, m.53), Luis García, Ponzio, Lafita (Lanzaro, m.67); y Hélder Postiga.
Goles: 1-0, m.18: Raúl García. 2-0, m.27: Nino. 3-0, m.29: Nekounam.
Árbitro: González González (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a Nekounam (m.51) y Puñal (m.80), de Osasuna, y a Meira (m.29), Paredes (m.32), Juárez (m.51), Lafita (m.61) y Lanzaro (m.84), del Zaragoza.
Anjuel&Salduie
Copyright © 2024 Pasión Zaragocista
Desarrollo: Efor Internet + Servicios tecnológicos
Todos los derechos reservados.
Todos los logotipos e iconos son propiedad del webmaster.
Los comentarios son propiedad del que los escribe.