APONDERADOR: se dice del “pajarito_pinzón” que ensalza, alaba y glorifica la vulgaridad, la simpleza o la más prosaica normalidad hasta rozar el ridículo. “Ande o no ande, Caballo de Troya”.
El aponderador, castiza palabreja de "casta casera", es un viejo oficio tan viejo como el más "viejo oficio del mundo". El aponderador se encuentra insertado en cualquier rendija que permita la adulación, el palmoteo, la candonga, chalaneo, el especulo o el trapicheo. En estos momentos de “convulsión mercantil futbolera”, el oficio de aponderador se hace imprescindible, hay que “elevar el nivel” de las personas, animales o cosas. En estos períodos de agosto es urgente y necesario elevar el horizonte del rendimiento monetario que es, al fin y al cabo, de lo que se trata, de “hacer todos el agosto”. Helos, helos por doquier.
Está el “aponderador_profesional” que desde su “tabloide científico” se descerebra buscando adjetivos apoteósicos, arrebatadores y siempre asombrosos para calificar aquello que no conoce de nada pero olfatea que puede cosecharle suculentos réditos a corto plazo, al menos hasta que los "arrebatados e ilusionados ilusos" se percaten de que nada es más falso que las mentiras de un “sopla_gaitas” transformado en aponderador.
Dentro de esta gama variada hay un aponderador muy original y peregrino, es el “aponderador_palmero”, aquel que apondera las cualidades del "novio" para que resulte distinguido el "padrino". Estos “probes diablos” siempre serán eso, unos ”probes”. Dicen sentirse “enamorados de la joya” por un quítame esas plumas; se les hace el “culo gaseosa” con solo mentar a la susodicha. No, no, no tienen afán monetarista. Su mensaje es una indirecta muy directa para su real aponderado, para su verdadera “prenda” que es, ni mas ni menos, su salvador del infierno, su coyuntural poseedor del que se sienten mas que pagados al recibir una simple apertura de comisura de labios, un "resbalón de dedos en dedos" o ya la virtual y habitual palabrería: “estas hecho un crack ”.
A estos, les suele suceder como aquel aponderador de Burriales que tanto aponderó y aponderó al novio que se cargó el bodorrio……
Entre unos y otros apañados estamos, ¡Que mentira mas gorda!
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