El Real Zaragoza o el esp

25/04/2010 admin

Dicen y cuentan que en cierta ocasión, la revista La Codorniz, experta en driblar a la censura franquista con regates de humor inteligente, publicó una portada en la que decía: "Bombín es a bombón lo que cojín es a X, y nos importa tres X que nos secuestren la edición". Siguiendo la ecuación, a estos cronistas les importa tres X lo que les ocurra a Barça y Real Madrid, quién gane la Liga o el 22 de mayo de Madrid. Tan sólo nos importa aquel "maldito mayo de París...", al que canta Sabina y sobre el que algún día deberíamos reflexionar.

Las noches de fútbol contra el Madrid suelen engalanar la Romareda y sacar lo mejor de cada zaragocista en lucha contra la adversidad. Sin embargo, un año en la Liga Adelante, nos había hecho olvidar el baile de vanidades y gritos histéricos que acompaña el día a día madridista, la constante de arrogancia que articula a este club. Conocemos tantos chistes acerca de la inoperancia de las figuras del Real Madrid que es ya atemporal hablar de que parecen un Belén, así que nos vamos a ahorrar símiles y baste decir que éste es un equipo que carece de orden táctico, que juega con la ventaja de la calidad individual de la mayoría de sus jugadores y la capacidad de remate de hombres como Higuaín o Cristiano -viva el ateismo- Ronaldo. En la circulación del balón, en la estrategia, en el esquema son un equipo normal, ni mejor ni peor que los otros dieciséis que les han precedido en el estadio zaragozano. Estadio con un césped inmaculado, por cierto. A pesar de ello, el fútbol tiene una lógica aplastante, una verdad única: el que mete más goles gana, y el Real Madrid ha marcado más goles que nadie.

Otro clásico de estos encuentros son los arbitrajes parciales. Undiano Mallenco no fue la excepción, haciendo buena la máxima histórica, pero como hablar de los colegiados es muy aburrido, vamos a intentar omitirle, olvidar que declaro hace poco más de una semana que no le importaría que el Real Madrid ganase la Liga, correremos un tupido velo sobre la cantidad de faltas que recibieron nuestros jugadores y no fueron ni tan siquiera señaladas, dejaremos a un lado el agarrón de Sergio Ramos sobre Colunga en la jugada anterior a la del 1-1. No obstante, nos vemos en la obligación de contar un secreto: los jugadores madridistas también pegan patadas y hacen daño como las de los demás, sí, y encima, para más inri, el balón en el fútbol no se roba pidiéndoselo educadamente al contrario. El fútbol es un juego de contacto, donde en muchas ocasiones se juega al límite del reglamento. De ahí la razón de ser del reglamento, el arbitro, los jueces de línea, el cuarto arbitro, el comité de competición, la International Board y las espinilleras.

Ante todo ello, el Real Zaragoza y su circunstancia. Después del empate en San Mamés, jugadores y entrenador se habían conjurado durante toda la semana con la inocente intención de conseguir tres puntos frente al equipo de la capital. De esta manera, José Aurelio recuperó el once habitual y la disposición 4231. La novedad de Obradovic en el lateral zurdo se tornó de una estupidez de entrenador a una agradable sorpresa que subía y bajaba la banda. Por otra parte, la baja repentina de Arizmendi incluyó a Abel Aguilar en la alineación y a Ike Uche en la convocatoria. En cuanto a los demás, los habituales y en su línea: Roberto perfecto, Contini y Jarosik expeditivos en el centro de la defensa, Ponzio muy atento en el lateral, Edmilson y Gabi inmejorables en las ayudas y de ahí para arriba más querer que poder y más poder que saber.

Sería el Real Madrid quien controló los primeros minutos del partido, pero la lesión de Van der Vaart hizo mella en los madrileños, que perdieron la fluidez en la llegada al área. Aunque ellos por lo menos llegaban, el escaso peligro zaragocista únicamente sirvió para que Humberto Suazo se lesionase su hombro izquierdo y fuese sustituido por Adrián Colunga, en el minuto 20, lo que no variaba el dibujo pero sí hizo más incisivo al conjunto maño. El asturiano es rápido y hace mucho daño cuando se mete entre los centrales al contragolpe.

Llegando al ecuador del encuentro, se mantenía un justo empate en el marcador. En la reanudación, después de que Raúl -quien se despidió donde debutó- marcase el primero, a Matteo Contini, que normalmente es el más listo de la clase, se le cayeron todas las chuletas al suelo justo cuando pasaba por ahí el profesor. Merecida expulsión por levantar el codo a la altura del cuello de Higuaín -¿por qué se quejaba de la nariz?-, reestructuración del equipo con Edmilson de central y de repente el león sacó pecho, la grada rugió y Colunga encontró un balón largo -otra vez- de Abel Aguilar, lo trató con mimo y lo depositó en las redes de la portería del Fondo Norte.

La consigna, antes y entonces, era aguantar, soportar uno a uno los golpes sin caer, procurar que el envite terminase como mínimo en las manos de Roberto Jiménez. Solidaridad y eficiencia en el corte del balón. Igual que Rocky Balboa en su último combate, perdiendo a los puntos y con la cara magullada, mas con el orgullo de haber saltado al ring. Lo hicieron, soportaron el chaparrón, la mala educación y hasta los destellos deslumbrantes de los flashes. Resistieron el sitio hasta el minuto 82 en que Kaká volvió para enseñar el camino celestial a los merengues. De todos modos, gracias, gracias por mantener la tensión hasta el final, aunque nos pareciese una frivolidad cambiar a Ander Herrera por Uche a 15 minutos del final, desguarneciendo el mediocampo, o que Jorge López pueda seguir siendo una opción en este equipo. Gracias por intentarlo, sin más.

Eso sí, la próxima vez, contra el Deportivo de La Coruña, procurad hacerlo, no intentarlo. No sumar a estas alturas de campeonato, a falta de 4 partidos -12 puntos-, supone quedarte con los pies en el aire sobre el foso de los cocodrilos, falta saber qué harán Tenerife, Málaga y Valladolid esta tarde, y seguramente hoy a las siete seremos nuevo equipo en descenso. Y sin embargo, todo esa numerología, ahora mismo no nos importa, sólo tenemos ganas de gritarles muy fuerte a los aficionados madridista de anoche que no nos vamos a segunda, que se van a quedar con las ganas de vernos otra vez ahí. Constantes y variables, nosotros variablemente perderemos la categoría, ellos carecen de ella constantemente.

Ficha del partido:

Zaragoza: Roberto; Ponzio, Jarosik, Contini, Obradovic; Gabi, Edmilson; Eliseu, Abel Aguilar, Ander Herrera (Uche, min.75); y Suazo (Colunga, min.20) (Jorge López, min.87).

R. Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Garay, Marcelo; Gago (Kaká, min.75), Xabi Alonso; Guti, Van der Vaart (Raúl, min.15) (Benzema, min.51), Cristiano Ronaldo e Higuaín.

Goles: 0-1. min.51. Raúl; 1-1. min.61. Colunga; 1-2. min.82. Kaká.

Árbitro: Undiano Mallenco, del C. Navarro. Expulsó con roja directas al local Contini (min.52). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Gabi, Eliseu y Ponzio y a los visitantes Arbeloa, Xabi Alonso, Kaká y Marcelo.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 34 de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante 32.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del recientemente fallecido presidente de honor del COI, Juan Antonio Samaranch.

Anjuel&Salduie

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