Empate injusto para seguir sumando

08/11/2015 @Mariluzsanchez

El Real Zaragoza saca un punto de Son Moix después de un partido en el que mereció más. Sigue el ritmo de los de arriba y apunta ya a los puestos de ascenso directo.

 Volar a Mallorca siempre tiene un regusto tormentoso para el Real Zaragoza. Recuerdos de lo que pudo ser y de partidos extraños como el de la temporada pasada con la polémica de Popovic y el delegado del equipo local. Ayer, sin embargo, en Son Moix, lo que nos depararon los dos equipos fue un partido bonito, abierto y con ocasiones para ambos lados. Poco del juego trabado habitual, aunque cada vez menos, de la categoría.

Pero en este baile el ritmo lo marcó el Real Zaragoza. Sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos, el dominio fue absoluto y los blanquillos vivieron volcados en el área de Wellenreuther. La defensa mallorquinista era incapaz de achicar las llegadas mañas. Hinestroza rompió el hielo con un zurdazo que salió fuera de los tres palos. Tras él probaron suerte Diamanká, Ortuño, Erik Morán, Cabrera, prácticamente de todas las maneras posibles el equipo de Ranko Popovic intentó mover el cero a cero del marcador pero ni el portero de los baleares ni la suerte lo permitieron.
 
El juego abierto de unos y otros permitían también al Mallorca llegar con claridad al área zaragocista pero cuantitativamente sus opciones fueron pocas comparadas con las del rival. Cualitativamente, la muralla por delante del marco defendido por Bono volvió a demostrar que sigue siendo lo mejor que tenemos, un seguro de vida para este viaje. Por su parte, Yasim Bono se volvió a reafirmar como el portero titular, atajando cualquier balón que consiguiera superar el cierre de la retaguardia.
 
Así fue pasando la primera mitad del partido, con Fredi Hinestroza y Papé Diamanka marcando la diferencia y con Erik Morán marcando el tiempo de juego una vez más. Desgraciadamente, una vez más Ángel Rodríguez se volvió a perder en la banda derecha, entró más en juego por la propia dinámica del mismo que en otras ocasiones pero sigue sin ser el adecuado para esa posición. Quizás con Pedro Sánchez ya recuperado, se requiere mayor especialización en esa posición para que el juego acabe de estar compensado.
 
A la vuelta del descanso, ambos equipos levantaron ligeramente el pie del acelerador y hubo mayor alternancia en los ataques. No obstante, las ocasiones más claras volvieron a ser del Real Zaragoza pero esta vez fueron Ángel e Hinestroza de nuevo los que no atinaron. Alfredo Ortuño no terminó de encontrar su hueco en área y la efectividad a la que nos viene acostumbrando las últimas jornadas se quedó esteril esta vez.
 
La lógica hizo el primer cambio en el minuto setenta. Ángel dejó su lugar a Pedro y el equipo siguió peleando por conseguir una suculenta victoria que les hubiese aupado al liderato por una noche. Del otro lado, Brandon y Bianchi intentaban abrir grietas en la seriedad defensiva de Cabrera y Vallejo e Isaac Carcelén sufría frenando las contras por su lateral. Mucho ruido y poco susto.
 
La victoria se resistía y llegados a un determinado minuto, el ochenta, quedaba apelar al refranero español, más vale pájaro en mano que ciento volando, y al decálogo del fútbol básico, no pierdas en diez minutos lo que has conseguido en ochenta. Salieron Jorge Díaz y, cómo no, Abraham para sustituir a Diamanká e Hinestroza. A partir de ese momento el Real Zaragoza cerró el partido. Nada más que decir ni por una ni por otra parte.
 
Mejor fútbol y resultado injusto frente a la estadística de lo que fue el partido. Una vez más habrá que esperar al próximo domingo para juzgar la validez del punto en Mallorca. Si ha sido una oportunidad perdida o un punto ganado sólo lo dirá el siguiente resultado. De momento los números continúan siendo los de un equipo de ascenso. Un sólo gol encajado en siete partidos e invictos desde aquel mal día frente a Osasuna. Y, no en vano, dirigidos por el mejor entrenador del mes de octubre en la Liga Adelante. Seguimos.