HOY SÍ
Cornellá-El Prat, doce en punto de la mañana, el balón echa a rodar y con él el último aliento de esperanza zaragocista. Derrotados, aunque nunca rendidos, los aficionados blanquillos veían una posible victoria contra el Espanyol, aspirante a Champions, más cerca de la utopía que de la realidad axfisiante que vive el colista de la primera división.
Manolo Jiménez planteó varios cambios en la alineación en su constante búsqueda de la tecla adecuada para afinar a esta banda. En defensa, Lanzaro recuperaba su posición natural en el centro para dar entrada en la derecha al debutante Pablo Álvarez quien acusó el tiempo de inactividad y la reciente lesión en su dura pugna con Coutinho, el mejor jugador de los pericos en la mañana de hoy. Sin embargo, el argentino mostró detalles de solidez defensiva que en lo que van de temporada casi eran inéditos en esa banda a razón de por quién estuvo ocupada anteriormente. De la otra parte, Da Silva y Obradovic. El paraguayo volvió a ser el defensa rocoso que nos encantó en la última Copa de América con su selección y aunque continue adoleciendo de lentitud en la carrera hoy se lo perdonamos porque el primer gol, el que nos hizo creer, fue un testarazo suyo. El serbio en la izquierda volvió a demostrar el grave error que se cometió en el mes de agosto al no darle la ficha que le permitiese jugar, incisivo en el ataque y seguro en la defensa dejó algunos destellos de gran calidad, especialmente en una jugada individual en la segunda parte en la que se internó hasta casi línea de fondo, yéndose de todos los rivales, para terminar con un tiro cruzado que se perdió por falta de ángulo.
Para la creación y la destrucción, el entrenador sevillano optó por sacar a Pinter muy pegado a los centrales y asistido por Apoño para dar salida al balón mientras que Luis García, Edu Oriol y Ángel Lafita buscaban la referencia de Hélder Postiga en su solitaria lucha y brega con los defensas españolistas. Lo cierto es que el nuevo esquema y las novedades sobre la cancha dieron otro empaste al equipo empezando por una presión más avanzada y siguiendo por una interacción entre las líneas que facilitaba la transición del balón con una fluidez mayor de la que nos tienen acostumbrados.
En la primera parte hubo ocasiones para ambos bandos pero la mejor de ellas fue un disparo de Coutinho a la cepa del poste y el posterior rechazo aprovechado por Kalu Uche que sacó por dos ocasiones un inmenso, de nuevo, Roberto Jiménez. Lo mejor estaba por llegar, la segunda parte comenzaba con los mismos hombres sobre el césped pero las oportunidades se iban a alternar en una y otra portería aunque con el Real Zaragoza manejando mejor el tempo del partido y haciendo efectivos sus intentos. Así fue en el minuto cincuenta y cuatro, cuando un saque de esquina botado por Luis García llegó templado hasta la cabeza de Paulo Da Silva en una jugada de estrategia que esta vez sí salió bien. El cuadro maño se adelantaba en el marcador y el temor de otro partidos, el miedo a que dieran un paso atrás por pánico a perder lo conseguido, sobrevoló por las cabezas zaragocistas. Pero no fue así, hoy no. Manolo Jiménez acertó al retirar a Luis García para introducir a Ruben Micael que con un Espanyol volcado en conseguir el empate, desbordando la banda derecha zaragocista con Coutinho y Weiss pero atorados entre la coordinada línea defensiva blanquilla, dio con los huecos sufientes para elaborar su fútbol, el que le hace merecedor de la titularidad en la selección portuguesa. Se asoció primero con Postiga pero su compatriota chocó con un fantástico Kiko Casilla cuando tenía todo a su favor para sentenciar el partido. Pero quedaban minutos y cambios, así, a falta de quince para el final, Jiménez dió entrada a Juan Carlos y le encomendó las labores de finalización, ser delantero, objetivo la portería. Y lo encontró. Lo encontró Rubén Micael en una falta sacada con astucia y rapidez, desmarcado en la izquierda del área perica para cederle un balón preciso que resolvió fusilando las redes.
Ya no quedaba tiempo para más, aunque un minuto puede ser un infierno cuando estás agarrándote con las uñas al filo del precipicio, y los tres minutos que alargó el colegiado fueron una eternidad hasta que pudimos volver a respirar con sosiego.
Victoria, por fin victoria, victoria trabajada, victoria merecida. Como dice Calamaro en una de sus canciones, las gemelas victoria y soledad. Ellas por fin se asociaron, la victoria del esfuerzo y la soledad del desahuciado. Y desde ahí, desde Cornellá-El Prat ellas ponen luz en futuro oscuro, en un túnel interminable en el que hoy se ha abierto una ventana para sofocar la ansiedad y la falta de oxígeno que tenemos aquí abajo.
Ficha del partido:
Real Zaragoza: Roberto, Álvarez, Lanzaro, Da Silva, Obradovic, Pintér, Apoño, Edu Oriol (Zuculini, min. 73), Luis García (Ruben Micael, min. 60), Lafita y Hélder Postiga (Juan Carlos, min. 85).
RCD Espanyol: Casilla, Javi López, Raúl R., H. Moreno, Dídac, Forlín (Thievy, min. 64), Romaric, Verdú, Weiss, Coutinho y Kalu Uche (Rui Fonte, min. 71).
Goles: 1-0, Da Silva (min. 54); 0-2, Juan Carlos (min. 90).
Árbitro: César Muñiz Fernández (comité asturiano). Amonestó por el Real Zaragoza a Álvarez (min. 43), Lafita (min. 43), Lanzaro (min. 62), Edu Oriol (min. 68), Zuculini (min. 90) y Roberto (min. 90). Por el Espanyol a Dídac (min. 43) y Coutinho (min. 88).
Anjuel&Salduie
Copyright © 2024 Pasión Zaragocista
Desarrollo: Efor Internet + Servicios tecnológicos
Todos los derechos reservados.
Todos los logotipos e iconos son propiedad del webmaster.
Los comentarios son propiedad del que los escribe.