LA LIBERTAD DE DISCREPAR

27/02/2007 admin

Llevo unos días pensando en hablar del imbécil de Eto'o, haciendo como todo el mundo, un llamamiento a la calma. Y no por evitar que los niños bien pagados se sientan ofendidos por los gritos, sino por evitar un cierre de La Romareda que hace tiempo que se ve venir.

Sin embargo, uno ya se cansa. Tanto llamamiento a la calma, tanto llamamiento al orden, al respeto, al silencio, a portarnos bien, me está tocando las pelotas. Personalmente no me gustan los gritos de ese estilo y no pienso hacerlos. Pero si alguien quiere hacerlo está en su perfecto derecho. Por que en este país todavía existe la libertad de expresión. Y porque puedes o no estar de acuerdo con lo que alguien dice, pero lo mínimo es que exprese su opinión, dejar a cada uno decir lo que le venga en gana, sobre todo en su casa.

En estos días de buen rollito, de talante, de vamos a llevarnos bien, hasta en el fútbol vamos a tener que estar tranquilos y lobotomizados. Nos quieren quitar parte de la salsa del fútbol. El pique entre aficiones. Les encantaría que estuviéramos sentados en el fútbol como en la ópera.