No lo puedes entender. Lo sé. Nadie a tu alrededor lo siente como tú. Quizás con suerte una o dos personas, pero no muchas más.
Ese sentimiento que te embarga cada vez que juega tu equipo. No te lo puedes explicar por que no es racional. Sale de dentro. Exactamente de entre lo que viene siendo el estómago y el intestino. Cerca del corazón.
El equipo sale al campo, camisetas blancas, pantalones azules, ese gran escudo del león rampante y te recorre la espalda ESE sentimiento nuevamente.
Estás acojonado, enfadado o incluso triste. Pero siempre que un partido de tu equipo empieza estás pegado a la tele, a la radio o el primero en la fila del estadio. Devoras ávidamente todo lo que tenga que ver con él. Te duermes pensando en ese fallo de Diegol, en la desastrosa situación o recordando el gol de Nayim. Ese balón en el cielo de París ha guiado tantos sueños zaragocistas, tantas sonrisas y tantas felicidades de esta sufrida afición.
Y sabes seguro que si el equipo se hunde, tú te hundes mucho más aún. Una vez más, ESE sentimiento te invade. Y sabes que EL descenso es TU descenso. Últimamente cada siete días es una decepción y un disgusto. Pero al domingo siguiente acudes raudo y veloz a tu cita, con el saco de las esperanzas a rebosar, esperando ver a tu equipo ganar. Eres el novio o la novia más fiel.
Ese sentimiento, ese maldito sentimiento, lo llevas tan adentro...
Copyright © 2024 Pasión Zaragocista
Desarrollo: Efor Internet + Servicios tecnológicos
Todos los derechos reservados.
Todos los logotipos e iconos son propiedad del webmaster.
Los comentarios son propiedad del que los escribe.