Una crónica de Anjuel & Salduie
El engranaje del equipo se sigue ajustando y cada partido la maquinaria blanquilla funciona mejor y sin embargo esta jornada los errores puntuales, los propios, sumados a la falta de suerte y acierto hicieron imposible la victoria a domicilio. Se plantaron los chicos de Jiménez con actitud sobre el campo, contemporizando en los primeros minutos a la caza de contragolpes peligrosos liderados en ese periodo por Montañés y el omnipresente Helder Postiga. Cuando consiguieron capear el juego rival, Movilla y Apoño le pusieron las iniciales al esférico para señalar que era suyo pero justo cuando parecía que el equipo encontraba el equilibrio, un fallo en la defensa de un córner y en el posterior despeje del balón sacado por Roberto bajo palos, puso el uno a cero en contra de los maños.
Ese gol no hizo más que espolear a las avispas del Ebro y tanto Postiga como Víctor Rodríguez hicieron daño a la defensa rival, el primero con un duro disparo que acabó despejado por el portero y el segundo practicando internadas incisivas desde su banda derecha. Precisamente, tras una de estas carreras del catalán que acabó zancadilleado a pocos metros de la frontal del área y tras que el trencilla no pitase la consiguiente falta, una contra por la banda de Abraham Minero que de nuevo sacó Roberto in extremis y que una vez más favoreció los intereses de adversario para ser rematado en segunda instancia al fondo de las redes. Mala suerte y pasividad defensiva mientras sobre el verde lucía el juego ofensivo maño.
A la reanudación, el Real Zaragoza se hizo definitivamente dueño de la situación secando las posibilidades de juego del oponente. José Mari por delante de Loovens y Álvaro, mantuvieron la última línea de contención atenta al corte y trataron con gusto la salida del balón mientras que Abraham y Sapunaru lucían galopando como carrileros de los de antes, desbordando –especialmente Abraham- y centrando balones u ofreciendo asistencias a la vanguardia. Postiga y Víctor se empeñaron en descolocar a la defensa rival y dejar espacios para que la segunda línea practicase el tiro a puerta tal y como lo hizo José Mari con un zurriagazo que rebotó en el poste. Ataque, juego, pases, regates, taconazos y por fin el gol. Maravilloso gol. Maravillosa jugada cerrada por un preciso pase de Movilla para Postiga que se adelanta al central que le marcaba, le finta con el cuerpo para quedarse en posición franca de tiro. Maravillosa ejecución y terrible vista la del señor linier levantando el banderín. Anulado.
Ciertamente, aquí vendría bien el emoticono antedicho pero no, ahí va el de mucho cabreo, el de ya estamos y para este viaje no necesitábamos alforjas, es procedente cuando tu lateral derecho, el señor Sapunaru que ha estado durante ochenta minutos rayando la perfección, no es capaz de controlar un balón absurdo y deja que el rival le adelante por la derecha mientras sus compañeros corren desesperados con cara de susto. Sí, os podéis imaginar que así es como llegó el tercer gol. Quedaba un cuarto, ya en el descuento y tuvo que ser de nuevo en un tercer rechazo, con Roberto marcando carácter en un nuevo despeje, cuando los otros aprovecharon la parsimonia de Romaric y el cansancio de centrales y mediocentros para sentenciar. Más que mazazo, disparo por la espalda y a traición.
Mereció la pena ir y verlo. Ver al Real Zaragoza recogiendo alguna de las esencias de su ser como son el gusto por el toque, la rasmia, la contundencia o la verticalidad. Adoleció también de males ya sabidos: falta de fondo físico, falta de calidad o la baja efectividad, pero lo que no se le puede negar a este equipo es que hizo un partido completo con fases brillantes y que fue protagonista de lo todo lo bueno y lo malo que ocurrió la noche del sábado. Este es el camino, ahora a tratar de trazar una línea lo más recta posible sobre él.
Ficha del partido:
Real Madrid: Casillas, Ramos, Pepe, Albiol, Arbeloa (Nacho, min. 81), Essien, Modric, Ozil, Di María (Callejón, min. 72), Cristiano Ronaldo e Higuaín (Benzema, min. 71).
Real Zaragoza: Roberto, Sapunaru, Loovens, Álvaro, Abraham, José Mari (Romaric, min. 86), Movilla, Apoño, Víctor (Javi Álamo, min. 74), Montañés y Hélder Postiga (Aranda, min. 78).
Goles: 1-0, Higuaín (min. 23); 2-0, Di María (min. 25); 3-0, Essien (min. 89); 4-0, Modric (min. 90).
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Foto: Heraldo de Aragón
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