Pa´l Pilar sale lo mejor

12/10/2015 @Mariluzsanchez

El Real Zaragoza solventó con facilidad su visita a Albacete y empata ya a puntos con el sexto clasificado. A cuatro puntos del ascenso directo.

Tarde futbolera según mandan los cánones la de ayer en el Carlos Belmonte. A las cinco en punto de la tarde del domingo, daba el pitido inicial el árbitro para que iniciase el espectáculo. Y a fe que lo fue.
 
El Real Zaragoza volvió a repetir sistema de juego y se encontró cómodo. Erik Morán crece cada jornada en su labor de "cinco", mientras que el resto de sus compañeros, pese a las bajas, compensan al equipo en todas sus líneas. Ayer las labores de corte y presión fueron para Wilk y Diamanka, en tanto que Dorca pasó a cubrir el hueco en el centro de la defensa que habían dejado las bajas de Vallejo y Rubén. Jorge Díaz tomó el lugar del homenajeado Jaime -¡vuelve pronto!- y la punta de ataque quedó para Ortuño de nuevo, que, limitaciones a parte, está demostrando un buen rendimiento en el área rival con un gol anotado por partido jugado de titular, además de aportar movilidad a la vanguardia. Por último, Hinestroza volvió a jugar por la derecha a pierna cambiada. Testimonialmente y para completar el once, Manu Herrera suplió al internacional Bono.
 
A los ocho minutos del inicio y con el juego absolutamente dominado por los maños, Ortuño desbordó a la defensa manchega y cedió dentro del área un pase atrás para que Diamanka anotase su primer gol con la blanquilla. Retomando la normalidad después de la alegría de ver por fin al equipo adelantarse en el marcador, en el minuto veinte, era el propio Alfredo Ortuño el que remachaba de cabeza el cuarto corner botado por el Zaragoza. Es más, todavía no nos habíamos vuelto a sentar cuando fue Diego Rico el que recogió un mal despeje del Albacete y buscó el hueco imposible para fusilar con un tiro cruzado desde fuera del área a Dani Mallo. Maravilloso disparo e increible resultado.
 
En veintitrés minutos el Real Zaragoza había resuelto el encuentro. No hubo más, porque para cuando el Albacete quiso salir al césped los maños ya estaban plegando. Casi sin sudar y fácil. Al menos esa es la sensación que afortunadamente deja este equipo de que el fútbol puede ser fácil y bonito. También se demostró otra máxima del fútbol, que entre o no la pelotita no es sólo cuestión de suerte, si estás bien situado en el campo, tienes anticipación y los jugadores mueven la pelotita entre los que llevan su misma camiseta, es muy probable que la suerte te acompañe. Para que te toque la lotería es mejor si compras algún décimo.
 
La segunda mitad sirvió de poco, lo justo para rotar jugadores y que los del Albacete perdieran los papeles en algunas jugadas innecesarias y que le hicieron acabar con uno menos por la expulsión de Jason. Abraham ocupó la posición de Hinestroza, Ángel hizo el cambio de cromo con Ortuño y Aria tomó el relevo de Jorge Díaz para ver cómo acababan los últimos minutos de la octava jornada.
 
Finalmente, en el minuto noventa, Rubén Cruz, dió el gol del honor para los albaceteños. Gol que si bien no es transcendente para el resultado hacía que los blanquillos no pasasen su primera semana dentro de los puestos de play off.
 
Tarde plácida para iniciar la semana de fiestas en la capital del Ebro la que nos regaló el equipo de Ranko Popovic. Una vez enderezado el rumbo, con doce puntos en ocho partidos -la mitad de los disputados-, con tan sólo una diferencia de cuatro con los puestos de ascenso directo, ocupados por Osasuna y Córdoba, ahora hay que buscar y encontrar la regularidad. Que siga dándonos la impresión de que no van a tener que ducharse al terminar. Fundamental para el equipo y, sobre todo, para la afición recuperar la jerarquía, que ser el Real Zaragoza signifique algo más que palabras.
 
Para ello, para seguir ganando, semana completa por delante, el jueves primera eliminatoria de la Copa del Rey frente a la Llagostera. Cerraremos el domingo, también en la Romareda, fin de fiestas, contra el Tenerife. Que siga la racha.