PRIMERA PARADA, VALLECAS by Dinho

13/09/2011 admin

Después de algo más de tres meses y, una vez superada la huelga, por fin volvían los desplazamientos ligueros para seguir al Real Zaragoza. ¡Ya había ganas! De todas formas, este verano ya fuimos a Soria para no perder las buenas costumbres y como aperitivo de lo que, esperamos, sea una gran temporada para nuestro equipo.

El viaje comenzó en Plaza Imperial. Allí me tocó quedar con Fredi para tomar dirección a Madrid. Un granizado rápido y pronto llegó a recogerme. Hora de carretera y manta que se suele decir. Afortunadamente los trabajos de remodelación de la A-2 han superado su fase más crítica y el camino no se hizo tan pesado como en otras ocasiones. Mientras escuchábamos un poco de buena música y charlábamos sobre todo tipo de temas los kilómetros caían rápidamente. Al anochecer ya entrábamos en Madrid. Directos a la estación de Avenida América. Allí nos tocaba recoger a otro compañero de viaje, Gorka. Una vez juntos, nos dirigimos a Tres Cantos para reunirnos con Esther y empezar a disfrutar del fin de semana.

Lo primero, como a los Presentes nos gusta cuidarnos, ir a cenar. El sitio no fue elegido al azar: El bar de Carmen, donde nos gusta ir a deleitaros con su comida casera, de toda la vida, es una parada obligatoria siempre que vamos por la zona. Somos gente de buen comer y hubo alguno que devoró hasta dos hamburguesas. ¡Ni que en nuestras casas no nos dieran de cenar! Con el estómago lleno llegó la hora de remojar el gaznate a base de bebidas espirituosas. Una noche muy agradable en la terraza del bar, donde siempre que vamos tanto la dueña como los clientes del local nos tratan a las mil maravillas y nos desean suerte. Ya saben a qué vamos por allí cada vez que aparecemos.

A las 2:30 era hora de cerrar el local. Casi nos echan a escobazos. Había sido un día de trabajo para todos y estábamos ya cansados. Momento de retirase a dormir. Fredi y Esther por un lado y Gorka y un servidor por otro. Pero el camino no fue sencillo. La ciudad, poco conocida para nosotros, y con todas las calles iguales, unido al alcohol ingerido, acabó siendo una trampa para nosotros. Nos perdimos pero, afortunadamente, los móviles de hoy en día tienen de todo y gracias al GPS logramos llegar a nuestro hotel. Por cierto, los Presentes somos muy dados a lograr muy buenos hoteles a muy buenos precios, pero esta vez nos hemos superado: ¡Espectacular! Os recomiendo el Foxa 3 Cantos para todos los que vayáis por la zona.

El sábado no era cuestión de madrugar y no lo hicimos. Con calma, sin prisa (porque no la había), aprovechando para tomar fuerzas, apuramos el sueño. Después un vermouth junta a nuestros compañeros de viaje en el sitio de siempre y a comer. Gorka y yo nos dejamos llevar por un menú que nos sedujo por las calles de Tres Cantos y... ¡menudo acierto! Muy buen ojo el nuestro a la hora de elegir restaurante. Como diría mi buen amigo Fredi, creo que todavía tengo sueños húmedos con las costillas asadas que degusté. Luego un rato a descansar al hotel mientras veíamos la vuelta y el Manchester City – Wigan.

Por la tarde fue el momento de bajar a Madrid a dar un paseo. Mucho calor. Aprovechamos para ver tiendas, merendar y disfrutar de la belleza de la zona centro de la capital de España. Nada que no conociéramos, pero siempre es de agradecer un paseo por allí. Una vez hartos de andar, regresamos a Tres Cantos, no fuera a ser que Carmen nos echara de menos, a empezar con los cubatas mientras veíamos un poco de fútbol. Una noche tranquila, pero de lo más entretenida: Buena cena, muuuuchos cubatas, fútbol y juegos de cartas en la terraza y con una temperatura muy agradable.

A las 2:30 Carmen nos volvió a tener que echar escoba en mano. Pero a nosotros aún nos quedaba cuerda. Así que buscamos otro local cercano para seguir amenizando la noche. Una hora más tarde, éste también cerraba. Después de cerrar todo Tres Cantos y bebernos hasta el agua de los floreros, era hora de irse a dormir. Había que estar frescos para animar al día siguiente, que es a lo que se supone que veníamos. Además, descubrimos que esa noche teníamos unos compañeros de hotel especiales: El equipo Astana de ciclismo.

A la mañana siguiente la resaca hacía mella en nuestros cuerpos. Había sido una noche dura y se hacía realidad esa frase que dice “noches alegres, mañanas tristes”. Una ducha y a recibir a José, que vino a buscarnos a nuestro hotel para ir a desayunar. Una vez más, visita al bar de Carmen. ¡Ya la echábamos de menos! Después a buscar a Fredi y a Esther y rumbo a Moratalaz a comer con un amigo de José y con el resto de Presentes que viajaron en el día.

¡Qué bueno es ir con alguien que conozca la ciudad! Espectacular el lugar a donde nos llevó el amigo de José a comer. Nosotros pedimos unas jarras y allí no paraban de salir más y más raciones. Buena calidad y a la hora de pagar nos sentimos como auténticos atracadores. Comimos por seis euros por cabeza dejando otros seis de propina. ¡Increíble! Con el estómago lleno llegó la hora de marchar el Estadio de Vallecas.

Una vez acomodados en la grada el panorama es un tanto desolador. Pasamos de 11.000 desplazados en el último viaje de la temporada pasada a menos de 100 en el primero de la 2011-2012. Esperaba algo más. El campo del Rayo, en el que aún no había estado, me traía a la mente el fútbol de barrio, de otra época. Un campo al que le falta un fondo no por falta de afición o por no quererlo, sino por que hay dos bloques de casas que impiden construirlo. El partido no os lo cuento, que ya os lo sabéis. Nos tocó aburrirnos mucho y, sobre todo, sufrir. Menos mal que Roberto nos sacó las únicas ovaciones de la tarde. Tras el partido, a dejar a Gorka en la estación, a Esther en su casa y cada mochuelo a su olivo. Con prudencia llegamos de nuevo a nuestra querida Zaragoza. Hogar dulce hogar y con un puntito en la maleta.

CUESTIONARIO:

Precio de la entrada: 30 euros gracias al acuerdo entre ambos clubes.



Ubicación en el campo: Tribuna, junto a uno de los corners. Muy buena visibilidad aunque algo esquinados.



Relación afición rival fuera del campo: Correcta. No hablamos con mucha gente, pero todo correcto.

Relación afición rival en el campo: A destacar el speaker del Rayo, que nos dio la bienvenida y pidió respeto para la afición visitante. Es de agradecer.



Comportamiento de nuestros jugadores con la afición desplazada: Saludaron en todo momento. Mateos al final del partido tiró de ellos para que nos saludaran.



Nº de seguidores zaragocistas: Unos 70-80.

Comportamiento de nuestra afición: No estuvimos animosos, pero con el partido que nos ofrecieron, los pocos que éramos y lo que apretaron los seguidores del Rayo fue difícil.

FOTOS:

   

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