Reaparece el mejor Zaragoza de la temporada

03/02/2013 @xopozaragocista

El Real Zaragoza consigue un empate mostrando de nuevo la mejor versión de la temporada. Un Zaragoza firme ante un Málaga de Champions, controló a su rival en el primera mitad y dominó en la segunda. El partido también sirvió para volver a demostrar el bajo nivel de los árbitros españoles, pitando un penalti inexistente a Paredes y anulando un tanto totalmente legal a Isco. Un punto que sabe a poco, pero

En La Rosaleda se volvió a ver al mejor Zaragoza de la temporada. Aquel que tanto gustó en Bilbao y el que en enero desapareció sorprendentemente. Un equipo competitivo, intenso y muy bien plantado en el campo. Jiménez planteó el partido perfectamente desde el principio. Apoño volvió a jugar tras su lesión, Movilla estuvo inconmensurable y José Mari aportó el oxígeno que venía faltando en el centro del campo. El jugador de Rota tiene un gran sentido táctico y está siempre en el lugar adecuado.

Los maños comenzaron con una línea de presión adelantada, para evitar que el Málaga estuviera cómodo a la hora de sacar el balón jugado. Y poco a poco empezaron a dominar el partido. Los tomates se encontraron con el gol muy pronto. Se ejecutó uno de los vulgarmente llamados gili-córner, llegando desde atrás Fernández para colgar el balón. La defensa malaguista quedó descolgada y Postiga, en una dudosa posición, definió perfectamente para subir al marcador el primer tanto del partido.

Ya se ha podido observar en numerosos partidos. Lo mejor que le puede ocurrir al Zaragoza es que se adelante en el marcador. Si se da esta condición, sabe jugar muy bien. Y así lo estaba haciendo, pero cuando mejor se encontraban los zaragocistas, el linier se empecinó en cercenar su progresión pitando un penalti inexistente por mano de Paredes. El error arbitral lo aprovechó Isco para igualar el envite.

A pesar de que se vieron dos goles en los primeros 25 minutos, el juego de ambos equipos era escaso. Las ocasiones llegaron principalmente a raíz del balón parado. El Zaragoza tuvo dos córners que desperdició Montañés. Por parte del Málaga, a punto estuvo de adelantarse debido a una confusión entre Roberto y Álvaro en otro saque de esquina, pero Apoño sacó bajo palos in extremis; y Gámez desechó una extraordinaria contra ante Roberto. Joaquín llevaba mucho peligro y era el único que daba profundidad a los malagueños, pero estuvo bien tapado.

 Buen juego

Si en la primera mitad el Zaragoza dominó al Málaga y no le dejó elaborar su habitual juego, en la segunda mitad llevó la iniciativa del partido. Se atrevió a irse arriba en busca del gol que le diera los tres puntos y comenzó a dominar la posesión.

Apoño volvió motivado contra su ex-equipo y se marcó un partidazo. Sólo el palo le impidió culminar su actuación como mereció. Las ocasiones tomates llegaban, pero Willy Caballero mantuvo a los suyos, con un paradón a un tiro templado de Víctor que se dirigía a la escuadra. En otra ocasión pudo ser expulsión de Welington por derribar a Postiga fuera del área cuando se disponía a encarar a puerta, pero la posición paralela de Lugano sembró la duda en el colegiado y no se atrevió a echar al central.

Jiménez, que estuvo perfecto en el planteamiento, tal vez se equivocó al quitar a Movilla. Lo sustituyó por Rodri, con una clara intención de ir a por el partido. Sin embargo, junto con el cansancio que empezaba a padecer Apoño, la ausencia del pelado se notó mucho, abusando demasiado de los balones en largo. A las nuevas incorporaciones, Rodri y Rochina, no hubo tiempo suficiente para evaluarlos. El que sí rayó a buen nivel fue Fernández, con sus subidas por la banda y sin descuidar sus espaldas. Una buena apuesta de futuro.

Lo que le quitó el arbitraje a la escuadra aragonesa se lo devolvió al anular un posible gol legal de Isco por fuera de juego. En el tiempo de aumento José Mari paró una contra que parecía peligrosa, siendo expulsado por doble amarilla.

En una jornada en el que los resultados ajeno no han sido nada buenos, el Zaragoza saca un empate valioso en casa de un rival de Champions que sabe a poco, pero no deja de tener su importancia. Lo más importante es que los maños volvieron a dar argumentos para creer en ellos con un buen juego tras superar el fatídico mes de enero.