El Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela volvió a acoger una representación oficial del Real Zaragoza casi siete años después de la última vez. Entonces fue con motivo de la consecución del título de Copa ante el Celta en La Cartuja de Sevilla. Esta vez, la razón era la celebración del 75º Aniversario de la entidad.
Fueron 53 los expedicionarios zaragocistas que tuvieron la oportunidad de estrechar la mano del monarca. De los 55 anunciados, solo faltaron el vicepresidente Manuel Teruel y el ejecutivo de Codesport Alberto Casado. Del resto, nadie falló a tan solemne cita. Accionista mayoritario, presidente, consejeros, directores de área varios, empleados cualificados del club, técnicos, jugadores, cuadro médico y de fisioterapeutas… Todos acudieron elegantes y emocionados a la Casa Real.
"Ha sido una audiencia muy cordial, una recepción muy amable por parte del Rey. Ha estado muy cariñoso con todos, con el Real Zaragoza en general. Nos ha dado muchos ánimos y nos ha deseado mucha suerte para lo que queda de temporada", explicó el presidente Eduardo Bandrés a la salida de Palacio. Agapito Iglesias también estaba realmente emocionado tras pasar algo más de media hora departiendo vis a vis con el Jefe del Estado: "Como representante de todos los zaragocistas, me siento muy orgulloso de haber estado aquí en esta recepción. Ha sido muy entrañable", dijo el empresario soriano.
El acto fue rápido, fugaz, como lo son siempre este tipo de audiencias en La Zarzuela. El Rey saludó uno a uno a todos los componentes de la expedición zaragocista antes de posar en la escalinata exterior en la ya clásica foto de grupo. Apenas diez minutos duró la recepción. Después, ya en la intimidad y sin periodistas alrededor, los miembros del club y el monarca español charlaron distendidamente en los jardines durante 20 minutos más.
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