El Zaragoza llegó a Gijón con muchas bajas y con las críticas de la afición hacia la presidencia por los escasos refuerzos llegados este verano y con muchos componentes con pasado rojiblanco tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla mientras que en el Sporting su delantero Bilic también militó en el pasado en las filas mañas.
Ambos clubes protagonizaron este verano una de las negociaciones más largas del fútbol español a propósito del intento de fichaje del joven lateral zurdo Roberto Canella que finalmente no fructificó, ya que el Zaragoza no pudo reunir la documentación exigida por el Sporting para poder aplazar parte del dinero del traspaso lo que produjo el primer desencuentro entre el entrenador Marcelino García Toral y el consejo de administración.
Si el Zaragoza contaba con muchas bajas, Manolo Preciado tampoco pudo echar mano de Carmelo y Matabuena por lesión y Michel por sanción ni con el portero Iván Cuellar que a pesar de tener ya el alta médica el técnico prefirió darle algún día más de entrenamiento antes de incluirlo en una convocatoria.
Comenzó el Zaragoza con fuerza y fue el primero en acercarse a las inmediaciones de la portería de Juan Pablo pero la primera ocasión fue para Luis Morán que tras superar por velocidad a Paredes vio adelantado a Carrizo y trató de superarle en una vaselina que se fue fuera por muy poco.
Pero el Zaragoza no cejó en su empeño y con dos remates de cabeza, el primero de Abel Aguilar y el segundo de Pavón puso en aprietos a Juan Pablo y un nudo en la garganta de los espectadores y llevando el nerviosismo a la zaga local que incurría en constantes imprecisiones.
Los maños vieron como el árbitro les anulaba un gol tras una clara falta de Ayala pero siguieron controlando el medio del campo y dominando el partido ante un Sporting que estuvo lejos de ofrecer el nivel de juego de los dos encuentros precedentes.
Pero el Sporting se alió con la suerte en una jugada en la que Diego Castro robó el balón en el centro del campo y disparó con potencia desde lejos, el balón tocó en Ayala y despistó a Carrizo, quien vio como el esférico le superó, sin que pudiera hacer nada.
El autor del gol corrió inmediatamente hacia el banquillo para abrazarse con Quini al que dedicó este gol que adelantaba a su equipo en el marcador en medio del entusiasmo de la grada que hasta ese momento estaba sufriendo más que disfrutando.
El propio Diego Castro superó de nuevo por velocidad a su marcador, esta vez Pulido, y se plantó ante Carrizo aunque un tanto escorado lo que facilitó la intervención del guardameta visitante para pocos minutos después combinar con De las Cuevas quien también estrelló su disparo en el cuerpo del portero.
Fueron las dos últimas acciones ofensivas de la primera parte en la que tras el gol el Sporting fue superior a su rival creando más ocasiones que no pudo culminar gracias entre otras cosas a sendas buenas intervenciones del argentino Carrizo.
Tras el descanso el Sporting volvió a ser víctima de sus habituales errores en las jugadas a balón parado, en esta ocasión fue un córner que remató el colombiano Abel Aguilar superando a toda la zaga local, aunque Gregory protestó airadamente, por haber sido objeto, presuntamente, de una falta, lo que además le supuso que el árbitro le mostrase tarjeta amarilla.
Volvieron los minutos de imprecisiones por parte de los gijoneses que perdieron el balón con mucha facilidad lo que hizo crecerse al Zaragoza que llegaba con facilidad a las inmediaciones del área local con internadas por ambas bandas,
Luis Morán se internó por velocidad entre los dos centrales y fue derribado por Ayala al borde del área ganándose la tarjeta amarilla pero el Sporting no aprovechó una inmejorable posición para una falta directa que Bilic estrelló sobre la barrera.
Preciado decidió dar entrada a Barral por un inoperante De las Cuevas, un cambio que los aficionados llevaban pidiendo ya varios minutos, pero eso no cambió el panorama, con un Zaragoza mandón y un Sporting sin creación y confiado a una chispa de alguno de sus atacantes.
En una de las ocasiones en las que los locales hilaron una jugada el balón acabó en córner y el centro en la cabeza del francés Gregory que envió el balón sobre el cuerpo de Carrizo prácticamente en la línea de gol. La réplica llegó en una internada de Songóo que centró sobre la llegada de Babic, quien mandó el balón a las nubes cuando también se encontraba solo.
Llegaron minutos de agobio para ambas porterías que los porteros resolvieron con apuros, como lo hizo Carrizo a disparo fortísimo de Diego Camacho, pero cuando el reloj se acercaba al final el Zaragoza se adueño del balón y puso cerco a la portería local con un Sporting que apenas salía de su medio campo.
Al final reparto de puntos pero con un Zaragoza que sale de El Molinón con la sensación de que podía haber logrado la victoria ante un Sporting que no jugó ni mucho menos al nivel que lo hizo ante el Almería ni siquiera en Valencia el pasado domingo.
Al término del encuentro Gregory fue de nuevo a protestar al árbitro y este le mostró una segunda tarjeta amarilla por lo que el central sportinguista se perderá el partido del próximo domingo en Pamplona.
Ficha técnica
1-Sporting: Juan Pablo, Lora, Gregory, Gerard, Canella, Diego Camacho, Rivera, Luis Morán, De las Cuevas (Barral m 63), Diego Castro (Maldonado m 85) y Bilic (Kike Mateo m 78)
1-Zaragoza: Carrizo, Pulido, Ayala, Pavón, Paredes, Gabi (Babic m 52), Ponzio, Pennant (Songó'o m 73), Jorge López, Abel Aguilar y Arizmendi.
Goles: 1-0 (m 28) Diego Castro, 1-1 (m 53) Abel Aguilar
Árbitro: Turienzo Álvarez. Mostró tarjetas amarillas a Gerard (m 44), Gabi (m 46), Ayala (m 59), Barral (m 73)
Incidencias: Estadio de El Molinón. Alrededor de 18.000 espectadores. En los prolegómenos el público cantó el "Cumpleaños feliz" al ex jugador y actual delegado del Sporting, Quini, que el miércoles había cumplido 60 años.
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