25/06/2008
admin
El viernes entré en un bar de la capital, lo cual no es ANORMAL si, a las nueve la mañana, pretendes espabilarte un poco más a costa del clásico cortao. Lo ANORMAL es encontrar sobre la barra de la tasca el Diario Equipo, ese folleto que a mí me gusta llamarlo Tabloide Deportivo. ¿Por qué lo considero ANORMAL?. Porque lo NORMAL es encontrarte con un tal MARCA o un cual AS, esos super-panfletos deportivos nacionales que tanto molan a los clientes matinales del pincho tortillero y el descafeinado exprés. El susodicho estaba solitario, DESOCUPADO, libre de marcaje, lo cual me alcanza a sugerir que el tal Tabloide no tiene excesiva aceptación, pues personal había a rebullos.
Abrí el cuaderno, a boleo, y me encontré con dos referencias a TOÑO LONGAS, ese magnífico centro_campista de la cantera que tuvo que encaminarse al exilio tinerfeño tras ser relegado por un par de centro_cuentistas de poco tomo , mucho lomo y más morro, dos mentirosos de foco, privilegiados por su mentor el tal Sr. Fernández Braulio y blá, blá, blá, alias el encantador desaparecido, el esfumado, el disipado, el evaporado.
TOÑO, al parecer, no quiere ser cedido nuevamente y pide la Carta de Libertad. ¡SI SEÑOR, con dos cojones! Sería auténtica tomadura de pelo que quisieran retenerlo cuando, desde hace tres años, dejaron pasar la oportunidad de convertirle en figura consagrada.
No soy quien para aconsejar pero, con el corazón en la mano, le indicaría: ¡TOÑO, si no te quieren ya, CORTA, CUELGA y LIBÉRATE!. Ve donde más rabia te dé. MARCHATE FUERA de esta TIERRA de BUCANEROS, disfruta del fútbol que llevas dentro y haz disfrutar a quien tenga la suerte de poder disfrutarte. Nada le debes al club y bastante le has pagado con la afrenta que llevas recibiendo desde hace más tres años.
La otra reseña está a cargo de un tal Bellido. No sé si éste es profesional o becario del periodismo deportivo pero, sea lo que sea, ¡ANDA que NO LE QUEDA POR APRENDER!, o quizá desaprender, porque, intuyo, va de listo. Viene a decir que Toño tendrá que demostrar que era un gran jugador y no lo supieron apreciar. La verdad es que uno no sabe para qué tipo de lector escribe este pardal. ¿Qué tiene que demostrar Toño? ¿A quién tiene que demostrar algo Toño, a él y sus leyentes?
Hace tres años, el Sr. Manrique, de funesto recuerdo, lo llevó ,o se lo hicieron llevar, a realizar la Pretemporada al pirineo y, después de demostrar que era EL MEJOR, el artista de turno lo relegó nuevamente al filial. ¡Sí señor, con dos melones por cabeza!, aunque si analizamos la coyuntura parece lógico. ¿Qué entiende el Sr. Manrique de clase, elegancia, exquisitez, garbo, originalidad y finura futbolística si él, en su periplo futbolero, era de pensamiento único? Un ariete vikingo, vasto y zafio que , por donde apuntaba el testuz, siniestro o cataclismo que producía. Es lógico y normal que apuntara por Alberto Zapater, al cual hundió igualmente al obligarle a realizar tareas de bárbaro walkirio capándole sus cualidades técnicas. Dicen, que le habían dicho, que Alberto era su clon. ¡Qué más hubiese querido el Sr. Manrique parecerse en algo al bueno del ya casi chamuscado Alberto!
Después llegó el otro, el Sr. Braulio, que lo terminó de aderezar. En su primer Annus Gloriosus se compró un juguete roto, un candil sin mecha y sin aceite que todavía tiene que justificar dos años de nadería a dos millones y medio de euros por cada trescientos sesenta y cinco días. Ese sí que tiene todo por demostrar en el Real Zaragoza.
En el citado Primer Annus del Gloriosus Proyectus, Toño, en el escaso tiempo que el nuevo artista de turno le concedió, demostró que el centro-campo-creador es para centrocampistas inventores con un estado físico de atleta de los mil-quinientos lisos y dejó clarísimo que los centro-cuentistas y restos de serie deberían estar en la grada. Aún recuerdo cómo culmino los minutos de la basura concedidos ante onubenses en una de sus genialidades que permitieron al Sr. Braulio seguir engañando al gentío con aquello de la entrada en Europa. Entrada acojonante y salida supersónica. ¡Si señor!
El Secundus Annus del innombrable Proyectus Gloriosus, el Sr. Braulio se compró otro juguete, una tanqueta con blindaje de nácar, un seguro a todo riesgo sin franquicia para entrar en Europa por la puerta grande, la puerta grande de los Jesulines y chikilicuatres variados.
Esa temporada Toño sobraba, debía ir a sazonarse, adobarse, curtirse a otro lado con viento fresco ¿Cómo vamos a dar titularidad al chico si existe enorme peligro de poner en evidencia a nuestros pensionistas-residentes? ¿Cómo vamos a consentir que nos deje con el culo al sereno y a la misma altura del lodo? Y, Toño, tras estas sabias y sesudas reflexiones, fue desterrado a pegar balonazos a un segunda fila, como dicen por ahí. Ese fue el premio que recibió, directamente, del entrena , o lo que sea, más gloriosus, notoriosus y prestigiosus que ha pasado por estos lares. Tanto, tanto, tanto, tan bueno era que hizo galáctico al otro ¡Que ya es hacer!
El tiempo, ese gran y único juez imparcial, ha dictado sentencia, dejando bien claro en el AUTO quienes eran los que sobraban y siguen sobrando en este equipo, si los centro_campistas de clase o los vividores centro_cuentistas.
¡Qué pobre Toño, lo que varía en esta vida nacer con estrella o estrellado! y ¿Por qué será que la virgen_maría siempre se aparece a los más iletrados? ¿Por_qué se_rá?
El corto mensaje de las paginas amarillentas termina no sabiendo donde encuadrar a Toño, si con los triunfadores en equipos de primera o con los que, a su criterio, ¡Criterius cojonudus! han triunfado con equipos segundones porque, al menos, dice el erudito manchafolios, cobran un buen sueldo que es de lo que se trata. Vamos, para mear y llenar la piscina de su pueblo sin haberle cascado previamente a la cerveza o al champan.
No sé si Toño triunfará o no. Desde luego, a uno nada le tiene que demostrar por tener claro que Toño ya ha triunfado. Como mínimo, a ese ¿Profesional o becario? le dará tres vueltas en el cobro mensual, con lo que, siguiendo su criterius, ya es triunfar a lo grande.
Este año, los triunfadores deportivos y los triunfadores monetarios se encontrarán en el mismo paquete, ¡Que cosas! , ¡Qué mala leche!, sin querer, los triunfadores se igualarán solitos con criterios más honestos , aunque, los artistas de la farándula mediática, el Sr. Braulio y sus pupilos no van a poder ser comparados, uno voló dejando la jaula hecha una caca de vaca , otros volarán porque los nenes no están capacitados para mezclarse con los equipos plebeyos. Muchísimo mejor así. ¡Que descanso para ojos y mente!
Llegados a este punto, tendré que decirles a los del bar de mi pueblo que ya está bien de marcas y ases, que deben poner a disposición de los clientes ese tabloide. Por el precio de un café cortao me voy a poner morado de chupar inspiración en tamaña y cualificada fuente. Despues, os lo cuento.