Tres puntos menos

07/02/2016 @Mariluzsanchez

Necesaria y merecida victoria del Real Zaragoza frente al Leganés para mantener en la lucha de los puesto que dan derecho al ascenso.

Después del mal partido en Almería y un cierre prolífico de mercado de fichajes, el renovado Real Zaragoza volvía a la vieja Romareda.
 
Sobre el campo, cinco de los seis nuevos fichajes engarzaban el once titular junto con novedades de los ya conocidos como la presencia de Manu Herrera en sustitución de Bono a gusto del entrenador. Por línea, en la defensa debutaba Guitián para acompañar a Cabrera en el centro de la defensa y en el lateral derecho aparecía Campins -ya debutó recién llegado en Almería-, en la izquierda Rico. La medular quedó repartida para Erik Morán flanqueado por Javi Ros y Culio. Arriba, fueron Pedro y Manu Lanzarote los encargados de asistir a Ángel.
 
El partido empezó con las dudas lógicas de un equipo en formación pero con un empuje al que no estábamos acostumbrados, con la sensación de que los nuevos son conscientes de su responsabilidad y quieren pelear por ello. Especialmente Culio y Ros, aunque con desigual fortuna, tomaron galones sobre lo que estaba ocurriendo en el campo y ni ellos ni el resto de los debutantes se escondieron, por el contrario se expusieron aun a riesgo de error. Buena actitud que poco a poco fue reenganchando a la grada.
 
A este reencuentro ayudó también que, a diferencia de lo visto en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, el equipo juntó líneas y dio a lo largo de los noventa minutos pasitos hacia delante en lugar de hacia su propia portería. También hay que tener en cuenta que en frente se encontraba el segundo clasificado de la Liga Adelante, un Leganés trabajado y armado que se acercaba con facilidad a los dominios de Manu Herrera aunque con escaso acierto rematador. Afortunadamente.
El oficio del Leganés ahogó el centro de campo zaragocista que Erik Morán era incapaz de oxigenar, lo que provocó que fuese Cabrera quien la mayoría de las ocasiones intentaba sacar el balón desde atrás pero muy poca precisión. Tan sólo las carreras de Lanzarote apoyadas en Campins por la derecha, las arrancadas de Rico, al que asistió bien tanto en defensa como en ataque Culio, generaron peligro en la líneas pepineras.
 
A la reanudación, el equipo de Lluis Carreras no varió el planteamiento ni, lo que es más importante, la intensidad. De hecho, en el minuto sesenta, Ángel tuvo en sus botas la ocasión del uno a cero pero fue Serantes quien detuvo el disparo de la pena máxima señalada por el derribo de Mantovani a Culio. La ley de la compensación hizo que en la siguiente jugada el colegiado no señalase un clarísimo penalti a Cabrera. Poco después, corrió raudo Javi Ros hasta la banda para que Sergio Gil le diese el relevo y casi cuatro minutos después fue Manu Lanzarote quien dejó su lugar a Hinestroza.
 
Justamente fue el colombiano quien puso un centro a la carrera desde la izquierda para que Ángel cumpliese su cita con el gol. Cuatro goles en cuatro partidos consecutivos para el canario. Justicia en el marcador pero una eternidad por delante para este Real Zaragoza.
 
Sin embargo, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras ocasiones, esta vez no se desinflaron los blanquillos y sólo a Campins le falló el físico y tuvo que dejar su lugar a Mario para defender los últimos compases del encuentro. Pero fue Pedro quien salvó sobre la misma línea de gol el empate a la salida de un córner a favor del Leganés. La afición y el equipo se encontraron en los minutos del descuento luchando por lo logrado. Se reencontraron.
 

Y ahora falta saber si es el reencuentro definitivo o si a la semana que viene volveremos a la indiferencia y la desgana. Si por fin el míster ha dado con sus piezas para el puzle del ascenso o son de nuevo castillos en el aire. Los número siguen testarudos en su apoyo incondicional, cuatro puntos al play off y sólo, únicamente, seis puntos al ascenso directo. Tan lejos y tan cerca. La suerte con la que jugamos a partir de hoy es que las tres siguientes jornadas son de las cuentan o descuentan, trío de rivales directos con Córdoba, Osasuna y Lugo. Eran cuatro antes de ayer, ya hemos restado los tres primeros.