Una genialidad de Aranda decide un partido soporífero

14/12/2012 @xopozaragocista

El Real Zaragoza toma ventaja en los octavos de final de la Copa del Rey tras disputar un envite tedioso que solución Aranda con su vaselina magistral Aún queda la vuelta, pero el resultado conseguido es muy positivo y acerca un poquito más al club aragonés a los cuartos de final del torneo del K.O.

 Los bostezos fueron los únicos protagonistas durante los 90 minutos reglamentarios en un Ciudad de Valencia con una entrada paupérrima, porque en el tiempo de aumento Aranda vio ligeramente adelantado a Keylor y metió un golazo increíble de vaselina. Mereció la pena esperar para disfrutar de tal frivolidad.

Del partido en sí poco más se puede sacar. Manolo Jiménez y JIM dieron cabida a los menos habituales. El Levante cedió totalmente la pelota al conjunto maño, que no sabía que hacer con tanta posesión del balón. Se contrapusieron los estilos, el Zaragoza intentaba llegar al área rival mediante combinación y los levantinistas preferían el juego directo.

Movilla finalizó el partido, dejando claro una vez más que da igual la edad en el fútbol para competir al máximo nivel. Si nos ponemos a describir todo lo que le ha dado al pelao al equipo, no podríamos acabar esta crónica. Concede, fundamentalmente, tranquilidad y movilidad del balón en el centro del campo.

Wílchez, Oriol y Álamo, habituales del banquillo, tuvieron la oportunidad de redimirse. No lo hicieron, estuvieron casi todo el encuentro desaparecidos. El argentino falló una clarísima ocasión en el comienzo del partido. A Oriol, vital en los últimos partidos de la temporada pasada, le sigue faltando frescura. Álamo, sin embargo, estaba muy activo y participativo al comienzo, pero su repertorio es muy escaso. Hacía uso todo el rato del mismo regate interior y del mismo tipo de centros. Muy previsible.

Tras el buen partido de Pinter en Vallecas, surgió el debate sobre la posibilidad de que el húngaro usurpara la titularidad de Loovens. Jiménez puso en liza a ambos y no defraudaron, ayudados por un buen Sapunaru y por el capitán Paredes, que volvió a la titularidad en su puesto natural. Leo Franco, poco exigido, demostró una vez más que no se ha quedado sólo por el buen ambiente que genera. Entraron Apoño y Montañés para darle algo de intensidad y velocidad al juego, pero de nada sirvió. 

Por parte del Levante, el canterano Ángel fue el más activo. Cuando JIM sacó a Martins, llegó la preocupación a la afición zaragocista, temerosa de que el nigeriano matara el partido con su extraordinaria velocidad. No ocurrió nada de eso y se llegó a los minutos finales, que solventó Aranda, tras un partido normalito, con una vaselina espléndida. 

Lo mejor, sin lugar a dudas, el resultado para los avispas, que toman ventaja en la eliminatoria. Lo único que podemos pedir es que la vuelta no sea tan aburrida.