UNA PARTIDITA AL QUI

16/08/2011 admin

No fueron muchos los que cambiaron las rancheras, los pasodobles y los vasos de litro de la peñas de los pueblos o el arrullador sonido chill out de los chiringuitos playeros pero suficientes para dar buen aspecto a las otrora famélicas gradas de la Romareda en las noches elegidas para recordar a uno de los grandes, a Carlos Lapetra. Por fin volvió por donde solía el Torneo Ciudad de Zaragoza, ocupando el mes de agosto antes del comienzo liguero y con un histórico, el RCD Espanyol, de rival.

Demasiadas semanas han pasado ya desde que el zaragocismo explotaba en aquella noche valenciana y el mono futbolero se hacía notar en las horas previas. Había ganas por ver el nuevo proyecto de esta vieja ave Fénix que cada verano busca allí y allá remiendos para coserse un traje con el que volver a renacer. Verdaderos esfuerzos para ubicar a los nuevos que son muchos aunque no todos los que faltan. Ese es Juárez, ese Abraham, aquel Mateos, Juan Carlos, Edu Oriol, este debe ser Zuculini. Y en la portería Roberto, pero a éste ya lo conocíamos, la misma planta y la misma traza de buen portero.

Javier Aguirre dispuso inicialmente una defensa de cinco con Paredes, Mateos y Da Silva en el centro, Abraham por la izquierda y Juárez por la derecha como laterales adelantados, Ponzio acompañado de Franco Zuculini en el eje, Lafita y Juan Carlos de extremos y la soledad del nueve encarnada en Braulio. Exceso defensivo del que se desembarazó el "vasco" a mitad de la primera parte, movió las piezas en el tablero para dejar a Ponzio de corchete entre la retaguardia y la pareja Abraham-Zuculini, por su parte, Ángel Lafita y Juan Carlos adelantaron su posición aunque Braulio seguía vagando sólo. El Espanyol se presentó como el equipo rápido y pegajoso que habitua y el partido permitió que conociésemos mejor a los recién llegados y que descubriésemos gratas sorpresas en los que ya estaban. Porque está claro que este equipo funciona mejor con Da Silva, que depende de la fuerza de Leo Ponzio y que el fútbol se le sale por las botas a Ángel Lafita y eso hay que aprovecharlo. El que menos días lleva en la ciudad del cierzo es el argentino Franco Zuculini pero si continúa zafándose de los rivales, protegiendo la pelota y moviéndose en la medular tal y como lo ha hecho hoy seguramente serán muchos los días que podremos disfrutar de él. No menos atractivo resulta el empuje de Abraham Minero, lateral rápido y con buena incorporación al ataque. Más gris es la banda derecha donde ni Efrain Juárez ni Juan Carlos consiguen darle todo el lustre que prometían a ese carril.

No hubo mucho que llevarse a la boca en la primera parte, tanto es así que hasta el colegiado señaló el túnel de vestuarios antes de que el crono marcase el cuarenta y cinco. Un par de sustitos españolistas para que pudiésemos ver a Roberto y otros tantos "uys" exclamados por un tiro de Abraham y alguna aproximación de Lafita y Braulio.

A la reanudación salieron los "gallos" que reclamaba Aguirre en el mes de noviembre. Lo que no tenemos tan claro es cómo andan de espolones estos canteranos, desde luego a Kevin Lacruz le relucen sobre las botas, a Jorge Ortí se le intuyen tímidamente y a Joel Valencia se le presumen debajo de la piel todavía tierna. Al que le han salido de repente sin ni siquiera esperarlos ha sido a Ivan Obradovic. El serbio, después de que Márquez ejecutase de manera magistral un libre directo sobre la portería de Roberto y dejase por detrás en el marcador a los anfitriones, robó en el centro de campo, trazó la diagonal dejando rivales por el camino para perfilarse con su pierna mala y batir a Carlos Kameni desde la derecha. Magnífica jugada y genial definición. Antes había nadado solo, contracorriente, el canario Braulio hacia la portería del fondo norte, denotando la orfandad en la que vive un equipo en ausencia de su goleador. El Real Zaragoza necesita trinitrotolueno que haga saltar por los aires los partidos cuando la mecha y el detonador entren en contacto. Sin él somos más inofensivos que un caramelo con palito -popularmente comercializado como "chupa chups"- que si lo tiras con fuerza puedes abrirle una cuquera al más pintado pero lo habitual es que te desquicies intentando quitarle el celofán.

Finalmente, el ganador del torneo se decidió con una tanda de penaltis, tirados en el fondo sur. Por el Real Zaragoza marcaron Ponzio, Lafita, Obradovic y Juárez, y por el Espanyol Márquez, Sergio García y Cristian y fallaron Albín y Clerc. Desangelada entrega de los trofeos y para casa, a seguir trabajando y empastando las piezas variopintas y dispersas que componen la plantilla zaragocista. A ese puzle se ha unido esta misma tarde Fernando Meira, central portugués de amplia experiencia internacional o lo que es lo mismo, central de 33 años y que viene de la liga rusa.

El próximo sábado nos espera, como hace tres meses, el césped del Ciutat de Valencia para dejar de jugar y empezar a trabajar en serio, ¿o era al revés, dejar de trabajar para empezar a jugar?. Sea lo que sea, el verano se acaba y la Liga anda ya levantando la persiana. Esperemos no tener que esperar este año a las rebajas para poder llevarnos algo de este mercado.

Ficha del partido:

Real Zaragoza: Roberto; Juárez, Da Silva, Mateos (Lanzaro, min.76), Paredes (Joel Valencia, min.46), Abraham (Obradovic, min.67); Juan Carlos (Edu Oriol, min.57), Zuculini (Ortí, min.64), Ponzio, Lafita; y Braulio (Kevin Lacruz, min.64).

Espanyol: Álvarez (Kameni, min.46); Javi López, Forlín, Moreno, Didac (Clerc, min.42); Gómez (Márquez, min.46), Baena, Rui Fonte (Albín, min.46), Verdú (Luna, min.80), Luis García (Sergio García, min.46) y Thievy (Cristian, min.69).

Goles: 0-1. Min.71, Márquez; 1-1. Min.83, Obradovic. Tanda de penaltis: Por el Real Zaragoza marcaron Ponzio, Lafita, Obradovic y Juárez, y por el Espanyol Márquez, Sergio García y Cristian y fallaron Albín y Clerc.

Árbitro: Delgado Ferreiro. No amonestó a ningún jugador.

Anjuel&Salduie