Posiblemente, este 2014 haya sido un punto de inflexión en la historia del Real Zaragoza, aunque esto de momento no lo sabremos, con el paso de los años, veremos si la llegada de la Fundación Zaragoza 2032 no fue demasiado tarde y sirvió para enderezar el rumbo de la nave blanquilla.
Terminamos 2014 y nos vamos de él sin recibir una sola disculpa, de nadie, el culpable de todo lo que nos pasaba debió ser el empedrado o la mala fortuna que hacía a nuestro equipo estar ahí en el momento menos indicado.
Vivimos una primera parte del año patética y lamentable, con un Agapito dando sus últimos coletazos como dueño del club en forma de Pitarch, con unos jugadores y entrenador infames e indignos de vestir nuestra camiseta llevando al equipo casi al descenso a Segunda B y con un sector de la afición capaz como ha demostrado de llevarse por delante al Real Zaragoza si con eso eliminaba a Agapito Iglesias, sector que curiosamente en los primeros años del soriano estaban a la cabeza del agapitismo y se encargaban de maquillar y callar cualquier cosa, ya fuese por un fichaje esperpéntico o por cambiar el escudo del equipo.
Y cuando creíamos que Pitarch iba de farol con eso de que si no subíamos la cosa iba a estar muy jodida... llegó el final de la liga, el no ascenso como era lógico viendo las ganas y calidad de la mayoría de los jugadores y los graves problemas del club para seguir vivo.
Si los 8 años de Agapito son dignos de estudio para saber que no se debe hacer en una SAD, el colofón a su mandato estuvo a la altura de la catastrofe en que este club había degenerado: comisionistas, estafadores, inversores fantasma, carroñeros, trileros, todos querían comprar, pero nadie ponía un euro, algunos con la complicidad de medios de comunicación y periodistas trataron de hacerse con el poder, dar un golpe de estado y a saber cuantas semanas hubiesen durado de haberlo conseguido, esas semanas la irracionalidad se apoderó de algunos llegando a la amenaza y la coacción y aunque ahora crean que hemos olvidado, este episodio oscuro durará por siempre en nuestra memoria.
Afortunadamente, llegó alguien para ponerlas, para dejarse su dinero y que nosotros podamos seguir disfrutando del juguete, aunque apenas un mes despues de ponerlas ya había gente echando pestes por el precio de los abonos, sin duda Jesús y Pedro, no han vuelto esos 12.000 que siempre decíais por la marcha de Agapito.
Miramos al 2015 con esperanza de que todo haya sido un mal sueño, de que este año las cosas por fin mejoren en nuestro equipo y volvamos a primera, de que el Real Zaragoza recupere el sitio que le corresponde por historia... y se que nosotros, los que no abandonamos al enfermo terminal nunca, los que viajamos acompañando a este viejo decrépito, los que a veces parecía que por celebrar un gol de tu equipo hacías algo mal, los que no pedimos dejar la Romareda vacía, todos esos, a pesar de no haber recibido ninguna disculpa de todos los que tanto daño han hecho al Real Zaragoza, ahí estaremos.
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