Reflexión de un peñista

 
Después de más de un mes callado sobre las elecciones a la Federación de Peñas, y una vez que las Peñas hemos elegido a nuestro Presidente para los próximos cuatro años, me gustaría haceos partícipes de mi situación en este proceso electoral.
 
Como sabréis soy Presidente de la Peña de Garrapinillos, Peña que con toda mi ilusión, mi zaragocismo y mis ganas de transmitir a todo el barrio los colores azul y blanco me llevaron a fundar hace tres años. Nunca he tenido afán de protagonismo, simplemente vi que un pueblo o barrio rural como el mío necesitaba darle un empujón para que la gente viviera el R.Zaragoza de una manera más habitual, y no sólo en finales o partidos para la permanencia. Quería ver que en el colegio la camiseta blanquilla resaltara por encima de todas las blaugranas y merengues, y que los chavales del barrio le pusieran cara a nuestros menos conocidos y mediáticos jugadores.
 
La verdad que me siento orgulloso del devenir de mi Peña en estos años, tanto en la inauguración como en los aniversarios fueron un éxito de participación, de ilusión y de zaragocismo, los viajes a Levante y Getafe en la última jornada de las dos últimas campañas y sobre todo ese viaje a San Mamés hermanados con la Peña del Athletic hacen que sientas la labor cumplida de lo que se pretendía de una Peña Zaragocista.
 
Cuando haces algo así, nunca lo haces para recibir el aplauso ni la consideración, pero tampoco te puedes imaginar que para alguna gente, presidir una Peña Zaragocista, es sinónimo de recibir prebendas, de moverte por intereses o venderte por cuatro entradas, o por que dos jugadores visiten tu barrio.
 
En estas últimas semanas, he tenido oportunidad de empaparme del verdadero sentimiento peñístico del R.Zaragoza. He conocido a gente vinculada a las Peñas de diversas localidades de Aragón y de España, y ves que todo lo que has hecho tú en tu pueblo, ellos lo han hecho también en los suyos, que todos buscan lo mismo y que les ilusionaría poder ayudar para fomentar el zaragocismo a todos los niveles. Nadie quiere protagonismo, sólo poner ese granito de arena y sus mejores intenciones para transmitir todo lo que esté en nuestras manos para que ser del R.Zaragoza sea la cosa más normal y más deseada de cualquier persona de nuestra tierra.
 
Y señores y señoras, no hay más. Ser de Peña es eso, luego habrá gente que se hará por interés, que se hará por colaborar, o que no se hará en su vida, pero los que promueven una Peña en cualquier rincón de España, se merecen todos los respetos. Para mí, estos días coincidir en una mesa con gente de Utrillas, Barbastro, Luceni, Fraga, Brea, Sabiñánigo, Alfajarín, etc etc, incluso vía wassap con Jerez y con Suecia, me ha hecho sentirme en una nube. Pongo la mano en el fuego por todos ellos y estoy convencido de que la nueva Federación de Peñas va a trabajar para que todos los peñistas zaragocistas se sientan orgullosos de ellos.