La segunda oportunidad

A finales de los años 70 apareció en TVE un programa, dirigido por el inefable Paco Costas, llamado "La segunda oportunidad". Era un programa sobre accidentes de trafico cuya filosofía era concienciar a los conductores de como hacer las cosas de otra manera para evitar los siniestros. Su lema era "El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". El formato era representar un accidente y luego explicar como actuando de otra forma, la correcta, se evitaba el mismo.

Algunos se preguntaran que tiene esto que ver con el Real Zaragoza. La explicación es muy sencilla. El Real Zaragoza este verano pasado de 2014 ha estado a punto de desaparecer. Es cierto que todo fue debido a una mala gestión por parte de Agapito Iglesias y sus sucesivas directivas, pero no es menos cierto que el zaragocismo, entendiendo como tal a una gran parte de la afición y la prensa, ha hecho méritos suficientes para que así fuera. Ahora todo el mundo lo negara, pero aquellos excesos que se aplaudían allá por el año 2006 y 2007, cuando Agapito aterrizo en el club, fueron el detonante de la crisis económica y deportiva actual del Real Zaragoza. No digo que el zaragocismo sea culpable, pero si que creo que es cómplice de lo ocurrido.

La prensa aplaudiendo día tras día cada decisión de Agapito y dándole coba y cobertura mediática para cualquier actuación que se hiciera, aunque solo significara un clavo mas en el futuro ataúd del club. La afición, parecido, aquellos 8000 que fueron a la presentación de Ayala, sin preguntarse de donde se iba a pagar aquellos excesos. Ya lo he repetido hasta la saciedad y he puesto ejemplos suficientes en el pasado y por tanto no quiero volver a incidir sobre ello. Aunque no por dejar de repetirme, quiero dejar de lado la oportunidad de recordar algunos de aquellos sucesos, pues parece que ahora nadie se acuerda, pero sucedió, vaya si sucedió.

El verano pasado, el club estuvo a un paso de la liquidación. Todos podemos, si queremos, hacer memoria sobre lo sucedido. Comisionistas, mejicanos, pakistaníes sin cash que viajaban en autobús y venían respaldados por personajes con cierto tirón mediático, etc. La conclusión es que el Real Zaragoza estuvo pendiente de un hilo hasta el ultimo minuto en que la Fundación apareció y puso la pasta y los medios para salvarlo.

Hasta aquí seria la primera parte de nuestra "Segunda oportunidad" particular. Se supone que todos deberíamos de haber aprendido de lo sucedido, de nuestros errores, de nuestras exigencias de jugadores con nombre, de ser grandes sin un duro en la cartera, de querer aparentar lo que no somos y de olvidar nuestra Historia y nuestro pasado, restándole méritos a todo lo conseguido hasta entonces.

Han pasado los meses y podemos comprobar que poco o nada hemos aprendido. Parece que nuestra segunda oportunidad no va a producirse. Volvemos a caer en los mismos errores. La prensa, o una parte de ella, hablando de fracasos, de errores, de que es obligatorio ascender. La afición, o una parte de ella, dándole la espalda al club. Se suponía que tras la marcha de Agapito, alrededor de 10000 personas volverían a la Romareda. Ni de lejos se ha llegado a esas cifras. Colectivos de aficionados que abandonan el campo antes de acabar el partido, pitos y abucheos durante el partido porque el equipo no carbura.

Sinceramente, a mi esto me deprime y me cabrea. En pocos meses hemos olvidado lo que paso este verano. Hemos olvidado como se hizo el equipo. Hemos olvidado que en menos de tres semanas se armo una plantilla de mínimos, hecha de retales, de saldos y deshechos de tienta, dejadizos de otros clubes y jugadores del paro. Hemos olvidado que esta plantilla no hizo pretemporada porque a fecha de 1 de agosto no teníamos equipo ni club para empezar la Liga 25 días mas tarde.

Obviamos que esta plantilla hecha en estas condiciones esta en puestos de promoción, obviamos que los árbitros nos han robado no menos de 8 ó 9 puntos, que nos harían estar en puestos de ascenso directo. Obviamos la plaga de lesiones y sanciones que hemos tenido, propiciadas por la falta de pretemporada y por los nefastos arbitrajes que hemos padecido. Obviamos toda esta serie de circustancias y nos permitimos el lujo de criticar, pitar y echar mierda sobre nuestro equipo, que pese a luchar contra todo y contra todos, incluido su propia afición y la prensa local que deberían de mimarlos y cuidarlos como lo que son, su propio equipo, están en puestos de promoción.

Sinceramente, creo que estamos dejando pasar esa segunda oportunidad y dudo seriamente que tengamos una tercera. Poco o nada hemos aprendido de todo lo que ha pasado durante los últimos 9 ó 10 años.

Y no, no me olvido que desde el club también se han cometido errores, lo de ayer de negar a una peña el uso del escudo del club, tiene bemoles. Tiene bemoles que personas que han hecho lo posible y lo imposible porque el club se liquidara, hayan recibido reconocimientos por parte del propio club. Son cosas que desde el Real Zaragoza tienen que mejorar y deben, mas pronto que tarde, saber quienes son sus verdaderos enemigos y a quienes van a estar ahí pase lo que pase, y desde luego en este sentido han cometido errores graves. Ellos también tienen que aprovechar su segunda oportunidad.

Espero, quiero y deseo que todos nos demos cuenta de lo que podemos perder si seguimos actuando como lo estamos haciendo. Sinceramente, me parece una utopía pensar en que algo va a cambiar. Soy muy escéptico en ese sentido. Ojala me equivoque, pero lo dudo. Mientras sigamos apelando a nuestro glorioso pasado y obviemos nuestra realidad actual, mal vamos. El Real Zaragoza, ese club con un brillante palmares, copas, supercopa, copa de UEFA y Recopa en su haber, es hoy un equipo de segunda. En una precaria situación económica y deportiva y cuanto antes lo asumamos y olvidemos el pasado y nos centremos en el presente, mejor encararemos el futuro. Todos y entre todos tenemos que luchar por construir el futuro de nuestro club.

Todos tenemos mucho que perder. Ya estuvimos a punto de hacerlo hace unos meses, quizás no tengamos otra oportunidad y nos veamos abocados a lo que paso con el baloncesto hace unos años en Zaragoza, igual así aprendíamos a valorar lo que teníamos y lo que hemos perdido. Espero que no haya que llegar hasta ahí.